Crecer sin perder la fe

"Y el Señor añadió:
-«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
Siempre me ha asombrado esta respuesta de Jesús o, mejor dicho, el final de esta respuesta: "cuando venga el Hijo del hombre ¿encontrará esta fe en la tierra?" ¿Por qué dice esto? Por que Dios es un perfecto pedagogo y no sólo un Padre que quiere dar de todo a sus hijos, no, el Padre quiere lo mejor para nosotros, y lo mejor no es darnos todo lo que queramos sino darnos todo lo que necesitemos.
En estos tiempos que vivimos quizás no podamos comprender esta pedagogía divina, porque pensamos que a los hijos hay que darles todo lo que pidan, sobre todo, cuando la insistencia se hace pesada y constante. Pensamos que el negarles lo que quieren puede producirles frustraciones que con el tiempo van a hacerle daño a su personalidad.
Y, Dios Padre, no lo ve así, Él sabe que los límites y los sacrificios fortalecen la personalidad, que nos hacen cada día más fuerte y nos ayudan a saber afrontar la vida, los obstáculos que se nos presenten día a día. Pero si no sabemos, desde pequeños, que hay cosas que no pueden ser de grandes creemos que somos dioses, y que todo lo podremos, y cuando lleguen las frustraciones naturales de la vida se desarma la persona y pierde la fe, en sí misma o en  quien la haya tenido.
Por eso se pregunta Jesús que si el Padre nos diera todo lo que le pedimos, por eso madurará nuestra fe? Así es que Él, como Hijo Único del Padre, asumió toda la educación que necesitamos aprender, pues "aprendió por medio del sufrimiento lo que significa obedecer" porque es la obediencia al Padre lo que nos da lo que necesitamos para alcanzar la Vida. Así Él siendo Dios no dudó en anonadarse y hacerse Hombre para darnos a conocer a los hombres el Camino para ser verdaderos hijos de Dios, y, como dice San Pablo, que en este combate diario hacia la santidad alcancemos la meta final sin perder la fe.