Aunque creo que las lecturas me darían pie para lo que estoy pensando, me voy a salir de su esquema para comentar lo que siento.
Pedimos TOLERANCIA, pero no somos tolerantes.
Pedimos LIBERTAD, pero no dejamos a los demás ser libres.
Pedimos VERDAD, pero sólo queremos oír nuestra verdad.
Pedimos DERECHOS, pero no ejercemos nuestras obligaciones.
Pedimos, pedimos, pedimos pero no damos nada. Y ¿por qué? Por que lo que nos falta es el RESPETO. Sí, respetar al otro, respetar sus ideas, sus ideales, su libertad, sus derechos, su vida, su manera de ser.
Si quiero que los demás sean tolerantes debo comenzar a respetar al otro como un ser diferente, distinto, con sus ideas, con sus fallos y virtudes. Pero al no respetarlo quiero imponerle una forma de pensar, de actuar. Si lo respeto, respeto que piense diferente que pueda opinar diferente, aunque no me guste lo que opine.
Si quiero Libertad para actuar, también debo dejar que el otro actúe libremente, por eso debo respetarlo que poder ser respetado. Respetar que en su libertad puede decir algo que me moleste, que no me gusta. Respetar también su libertad de decir lo que piensa.
Si quiero vivir en la Verdad no tengo que imponer mi verdad, sino intentar encontrar al Verdad, la verdad de la persona, del respeto por la verdad del otro. Si respetara la verdad del otro no me enfadaría porque el otro no comprenda mi verdad, si en definitiva yo también estoy exigiendo lo mismo: respeto por mi verdad. Pero ¿cuál es la Verdad? ¿Puede haber tantas verdades como personas hay en el mundo?
Si quiero exigir que se cumplan mis derechos, también tengo que exigirme respetar los derechos de los demás, porque yo no soy el único que tiene derechos, sino que el que está a mi lado y piensa distinto que yo también tiene derechos. Por eso debo respetar los derechos del que está a mi lado y que es diferente y distinto que yo. Por eso también tengo que pensar que no sólo tengo derechos sino que ese derecho que exijo tiene la obligación de respetar el derecho de los demás.
¿No nos bastan las guerras, las muertes, las injusticias y los desastres, los dolores y las penas que hay en el mundo? ¿No nos basta que quieran imponernos vivir con miedo y temor a ser en cualquier momento destruidos, maltratados o martirizados?
¿No nos damos cuenta que las guerras de otros las estamos causando en nuestra propia casa, ciudad o comunidad?
¿No nos damos cuenta que estamos faltando a lo más esencial que estamos exigiendo respeto al hombre que quiere vivir en Paz? Por que la Paz de un país, de una ciudad, del mundo no la construyen los gobernantes, sino que la construimos cada uno de nosotros desde nuestro pequeño lugar de trabajo, de estudio. La construimos desde esta virtualidad y la llevamos a nuestra realidad.
¡Basta ya de tanta intolerancia, de tanta discordia, de tanto insulto! Es hora de que cada uno comencemos a respetar al otro para poder construir lo que deseamos, porque si no respetamos al otro el otro no me respetará a mí. Si no siembro Paz ¿cómo voy a cosechar Paz?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.