Echa las redes

Hermoso para comenzar a reflexionar, las palabras de Pablo a los corintios:

"Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.

Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos».

Y si lo ubicamos en el contexto del evangelio de hoy de la pesca milagrosa y el llamado de Pedro, vamos a descubrir el porqué la sabiduría de Dios es mejor que la de este mundo, que la nuestra.

Lo vemos con claridad en el evangelio: Pedro, un pescador de nacimiento y con una experiencia larga es quien sabe que no se podía ya pescar en el lago. Pero Jesús, aparentemente un maestro de la palabra y un carpintero, es quien le pide que eche las redes sal mar para pescar.

"Respondió Simón y dijo:

«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».

Pedro deja de lado su sabiduría y hace caso a las palabras de Jesús y se realiza la pesca milagrosa.

Somos muchos los que creemos que nuestros criterios siempre son los mejores, que lo que hemos aprendido es lo que nos da la sabiduría y, por eso, muchas veces, dejamos de lado la Palabra de Dios y hacemos lo que queremos. Creemos que porque "somos listos" y lo que queremos hacer es bueno entonces lo podemos hacer, y no nos detenemos a pensar cuál es la Voluntad de Dios.

Así es como no logramos hacer la pesca milagrosa, es decir, no logramos alcanzar la Gracia de Dios en lo que hacemos, simplemente porque confiamos en nosotros y no en Dios.

Deja que el Señor te diga lo que tienes que hacer, si ya has decidido seguirlo, si ya has decidido ser cristiano deja que Él te diga dónde echar las redes, pues sino todo lo que realices no tendrá su Gracia y lo que podría dar grandes frutos, sólo dará, quizás, nada.