viernes, 21 de agosto de 2015

Primero ama...


Respondió Jesús:
- «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser."
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
- "Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»
Dos mandamientos, sólo dos mandamientos para alcanzar la perfección de Dios, para llegar a vivir el "sed perfectos porque vuestro Padre Celestial es perfecto": la perfección del amor.
Pero ¡qué difícil! Lo más hermoso que podemos llegar a vivir y a necesitar vivir se hace lo más complicado en nuestras vidas.
Hoy, más que nunca, el significado de "amar" se ha ido modificando, transformando y, sobre todo, vaciando de sentido y realidad. El amor ha quedado como algo simple, de piel, que surge de pronto y se evapora como un soplo. Y, creo, que Amar es mucho más profundo, lo otro, lo que nos venden son sensaciones que pueden llegar a ser el primer paso hacia el amor, pero que no son amores verdaderos.
Y ahora ¿por qué el primer mandamiento es el amor a Dios? ¿No tendría que ser el amor a uno mismo? Por que cuando conocemos a Dios, cuando nos encontramos con Él conocemos la Perfección, el Bien, la Verdad, la Belleza y a Él tendemos, es lo que buscamos cada día en los demás: la bondad, la belleza, la verdad; cuando alguien no tiene alguno de estos atributos ya no nos cae bien.
Pero en Dios encontramos estas realidades en todo su esplendor y por eso nos "enamoramos" de Dios, y podemos llegar a darle nuestra vida por Amor. Y, además, aunque en nosotros no encontramos la plenitud del Bien, la Verdad, y la Belleza Dios nos ama igual, y tanto nos ama con nos dio a Su Hijo Único para que pudiéramos alcanzar esa perfección.
Así amándolo a Él como El Perfecto podamos comenzar a recorrer el camino hacia la perfección, que es el camino del amor a lo imperfecto que son mis prójimos, porque "así como Yo os he amado amaos unos a otros", y Él nos amó cuando aún éramos pecadores.
Y, aunque quisiéramos buscar otro Camino no lo encontraríamos, podemos sí recorrer muchos otros caminos, pero no alcanzaríamos la perfección que anhelamos, y menos la que Dios nos pide: la perfección del Amor, que es la vida en santidad.
Sí, no pensemos que es difícil, sino que es lo que necesitamos, es lo que anhelamos, es lo que nos va a llevar a vivir en armonía, en paz, en fraternidad, porque para alcanzar lo que deseamos tenemos que recorrer el Camino que nos lleva a ese Ideal, sino constantemente nos estaremos quejando de nuestra infelicidad, de nuestro desasosiego, de que todo es difícil. Pero cuando nos decidimos a vivir el sacrificio del Amor, vamos a descubrir que ahí, justo ahí, en ese momento, la Gracia del Señor viene a nosotros y nos enciendo con su fuego, nos fortalece con su Espíritu y nos impulsa a amar, a amar como sólo Él nos ha amado.
Pero el primer paso es nuestro, nos parecerá un paso al abismo, pero es el abismo del Amor, del Amor más puro, más fiel, del Amor más Amado y más Amante. Por eso, como dijo San Agustín: ama y haz lo que quieras, pero primero ama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.