miércoles, 6 de marzo de 2019

Tiempo de Gracias

San Pablo le decía a los Corintios, y Dios nos lo dice a nosotros:
"Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice:
«En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé».
Pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación".
Es la síntesis de lo que significa el Tiempo de Cuaresma que iniciamos hoy con el Miércoles de Cenizas: un tiempo de salvación de nuestras almas, un tiempo especial para reflexionar sobre nuestro vivir y poder seguir convirtiéndonos para madurar en santidad.
Este tiempo de cuaresma podemos iniciarlo con una mirada superficial, porque todos los años lo mismo, y no llegamos a mirar en lo profundo de nuestro corazón y no vemos lo que aún no hemos podido cambiar, en lo que aún no hemos podido crecer. No es que tengamos grandes males, pero tampoco hemos madurado en la fe lo suficiente como para que hagamos la Voluntad de Dios "aquí en la tierra como en el Cielo".
Todavía nos queda mucho por crecer para poder ser verdaderos testigos del Amor de Cristo por nosotros, un Amor que se hizo Hombre y se entrego hasta la muerte y muerte de Ctruz para darnos Nueva Vida.
Pero nosotros no podemos dar el paso de aceptar que me he equivocado, no puedo dar el paso de pedir disculpas o perdón, no puedo dar el paso de ir a reconciliarme con mi hermano, no puedo dar el paso de decir francamente que no estoy viviendo como Dios quiere, no puedo dar el paso de ir al confesionario a pedirle al Señor la Gracia de la Conversión, la Gracia de la Reconciliación.
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará".
¿Cuántas cosas hago para que la gente me vea? ¿Cuántas cosas que la gente ve puede decir que son realmente cristianas? Cuando al gente me conoce ¿ve en mí un verdadero cristiano, ve a Cristo en mí?
Hoy comienza un tiempo de Gracia extraordinaria para que aceptando nuestro pecado podamos intentar cambiar, podamos intentar madurar en la Fe, la Esperanza y el Amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.