martes, 30 de junio de 2015

Defendemos lo que anhelamos alcanzar

Todas las personas creemos en algo y hemos puesto nuestra vida en manos de un Ideal, de una Idea, de una teoría. Cuando esa idea se convierte en la base y el fundamento de nuestra vida la defendemos con todo lo que tenemos, por que creemos en lo que creemos y lo que creemos nos da fuerzas para vivir. Y no hablo solo de nuestra vida cristiana, sino de lo que cada uno pueda creer, y por eso, cada quien tiene el derecho de defender lo que cree, y cada quien está orgulloso de lo que es.
En esto pensaba al leer esta reflexión de San Agustín:
"Si de algo podemos preciarnos es del testimonio de nuestra conciencia. Hay hombres que juzgan temerariamente, que son detractores, chismosos, murmuradores, que se empeñan en sospechar lo que no ven, que se empeñan incluso en pregonar lo que ni sospechan; contra esos tales, ¿qué recurso queda sino el testimonio de nuestra conciencia? Y ni aun en aquellos a los que buscamos agradar, hermanos, buscamos nuestra propia gloria, o al menos no debemos buscarla, sino más bien su salvación, de modo que, siguiendo nuestro ejemplo, si es que nos comportamos rectamente, no se desvíen. Que sean imitadores nuestros, si nosotros lo somos de Cristo; y, si nosotros no somos imitadores de Cristo que tomen al mismo Cristo por modelo. Él es, en efecto, quien apacienta su rebaño, él es el único pastor que lo apacienta por medio de los demás buenos pastores, que lo hacen por delegación suya".
Nuestra conciencia es quien va marcando nuestra forma de vivir, nuestra forma de hablar, de obrar; es quien nos juzga, nos perdona, nos anima, nos desanima. Por eso decimos que: actuamos en conciencia, porque "somos consientes" de lo que estamos haciendo o quiere do hacer, por que al ser libres decidimos y actuamos con libertad según nuestra conciencia.
Y, cada uno, forma su conciencia según lo que cree y según el estilo de vida que quiere vivir, por eso en conciencia tengo el deber y el derecho de defender el estilo de vida que quiero y que, según mis conciencia, es el mejor para mi.
En nuestro caso sabemos que Jesus nos ha mostrado un Camino y nos ha invitado no solo a seguirlo, sino a que nuestro caminar sea modelo par otros que estén buscando las mismas respuestas que yo he encontrado en Él. Por eso San Agustín nos llama a adecuar nuestra vida a la de Cristo, para que nuestro testimonio sea verdadero, sea auténtico. Por eso debemos defender lo que creemos y ser coherentes en lo que vivimos:
"Procuremos, pues, hermanos, no sólo vivir rectamente, sino también obrar con rectitud delante de los hombres, y no sólo preocuparnos de tener la conciencia tranquila, sino también, en cuanto lo permita nuestra debilidad y la vigilancia de nuestra fragilidad humana, procuremos no hacer nada que pueda hacer sospechar mal a nuestro hermano más débil, no sea que, comiendo hierba limpia y bebiendo un agua pura, pisoteemos los pastos de Dios, y las ovejas más débiles tengan que comer una hierba pisoteada y beber un agua enturbiada".
Sabemos de nuestras debilidades y pecados, pero no defendemos nuestras debilidades sino que defendemos la Verdad que buscamos vivir, defendemos el Camino que ansiamos recorrer, y defendemos la Vida que esperamos alcanzar.

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