"Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros".
Recién estaba pensando en esta frase de Jesús, y me di cuenta que si todo hubiera terminado en esa Cena amar hubiera sido un "trámite" más fácil, pues hasta ahí todo iba bien. Pero el amor de Jesús siguió hasta el extremo, nos amó hasta el extremo de morir por nosotros en la Cruz. Pero tampoco se quedó ahí, porque morir morimos todos, con más dolor con menos dolor; pero no le bastó morir en la Cruz sino que antes de morir en la Cruz, para amarnos hasta el extremo nos entregó a María como Madre Nuestra.
Pero incluso eso es razonable, pedirle a alguien muy querido que cuide a nuestra familia cuando nos vemos en un trance como la muerte, uno podría decir que es lógico.
Pero... fue más allá, el amar hasta el extremo de Jesús se expresó en una pocas palabras al Padre:
"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen"
¡Ah, no! Hasta ese punto no. Y sí, hasta ese punto sí. Ahí se demuestra el verdadero amor. Un amor que ya nos había hablado mucho antes de la Última Cena cuando nos decía:
"si amáis a quienes os aman, ¿qué mérito tiene? Eso también lo hacen los paganos. Por eso yo os digo: amad a vuestros enemigos, rezad por quienes os persiguen..."
Y esas frases de Jesús Él las vivió hasta el extremo, por eso pudo decirnos: "que os améis unos a otros: como yo os he amado".
¿Cómo poder amar hasta ese extremo? ¿Cómo poder rezar por quienes no queremos tener en nuestras vidas? ¿Cómo tener que estar cerca de quién no puedo ni ver? ¡Y tantos otros argumentos que hacen que crea que es imposible amar de ese modo!
"Lo que es imposible para el hombre no lo es para Dios", por eso Dios mismo se nos hace Pan para alimentar nuestros deseos de amar hasta el imposible, de "amar hasta que duela" (va a decir Madre Teresa) Por eso tenemos la oración para suplicar diariamente por nuestro amor, por aquellos que nos cuesta amar, por aquellas personas que necesitamos seguir amando.
Por que no hay más pregunta del Señor en nuestra vida que la del amor, por eso nos dice San Juan de la Cruz: "en el atardecer de la vida seremos juzgados en el Amor".
Y, además, y como si fuera poco Jesús nos vuelve a recordar:
"En esto conocerán todos que sois discípulos míos : si os amáis unos a otros»
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.