sábado, 14 de febrero de 2015

Más allá de los enamorados

Cuando el amor aparece en la vida de una persona no hace falta que lo obliguen a anunciarlo, porque todo su ser anuncia que se ha enamorado: su mirada, sus palabras, sus gestos, todo habla de la alegría del amor que ha tocado su corazón. No hay palabras que puedan describir esa sensación, porque cada uno lo vive de un modo diferente, pero lo que es seguro que el Amor Verdadero cambia a la persona, y se entrega por completo a vivirlo en intensidad.
Ese fue el Amor que tocó el corazón de los apóstoles, ese fue el Amor que tocó el corazón de los santos y los mártires, porque el Amor llega a nuestra vida en el momento en que la nacemos a la vida. Y se hace pleno el día que recibimos el Espíritu de Amor que nos devuelve la filiación divina y comenzamos a llamar ¡Abba! ¡Padre! a nuestro Dios.
Son los primeros pasos del amor, un amor que se va haciendo vida en nuestras primeras relaciones con nuestros padres, con nuestros hermanos. Un amor que se hace alegría con nuestros primeros amigos.
El Amor forma parte de nuestra vida como el aire que necesitamos cada día para vivir, porque es el Amor el que nos impulsa a descubrirnos amados y amantes. Por eso es que cada día hemos de darle el lugar que se merece, debemos llenar el Amor con todo el sentido que tiene y no dejarlo vacío para expresar sólo necesidades fisiológicas del hombre.
Es el amor el que sana heridas, es el amor el que fortalece la vida, es el amor el que enciende corazones, es el amor el motor de la paz, de la unidad, del respeto, de la alegría, mantengámoslo vivo, mantengámoslo puro como el Amor Primero que creó que todas las cosas y nos llamó a la Vida.
Sí, hoy es el día de los enamorados, de las parejas, pero también dejemos lugar para el Amor Total, para el Amor Puro que torna los corazones de los varones y de las mujeres permeables a una nueva realidad, a una realidad que no se ve pero que cambia la vida, a una realidad que no se toca pero que empuja los corazones a un deseo de plenitud, a una realidad que no se entiende pero que motiva cada día para seguir adelante, para alcanzar lo inalcanzable, para vivir lo que nunca pensamos que podíamos llegar a vivir.
Por eso no dejemos que el Amor pierda sentida, que pierda fuerza, que pierda pureza, no dejemos que el Amor deje de perder la pasión porque es lo que mantiene encendida la llama que ilumina la oscuridad de las tinieblas y sostiene la entrega de los que Fieles al Amor Primero ofrecieron sus vidas para alcanzar una meta más alta: una familia, una consagración, es decir un camino de santidad al que hemos sido llamado por el Amor Eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.