¿Qué tendrán los números de la vida que siempre nos hacen pensar en lo que se fue y en lo que vendrá? Sí, los número de la vida: los que marcan los días, los años. Cuando cambiamos el número de nuestros años hacemos balances o miramos para atrás y para adelante. Cuando cambiamos el número del año miramos para atrás y para adelante, pensamos el que se fue y cómo queremos que sea lo que viene. Y los balances de la vida no siempre son iguales, no siempre tienen ganancias, algunos tienen muchas pérdidas.
Así me levanté pensando hoy. Para muchos, como todos los años, ha sido un año difícil por la pérdida de seres queridos, por enfermedades, y por tantas otras cosas. Digo como todos los años, porque todos alguien hay enfermedades y hay muertes. Y por eso pensaba ¿por qué este año nos han tocado más cerca? Una respuesta es porque somos mayores, los años pasan y no en vano; a veces cuidamos nuestra vida y a veces no.
Pero, además, con los años vividos nuestros círculos de amistades y lazos fraternos se van extendiendo y cada día entra más gente a nuestra vida y a nuestro corazón, afectándonos sus alegría y sus tristezas. Y esto es un gran y hermoso milagro en nuestras vidas: que cada día tengamos más "amores" en nuestro corazón y creo que ese "ganancia" en el balance de la vida, no es comparable con ningún otro dolor o pérdida.
¿No es comparable? Creo que no, porque cuánto más "amores" tengo los dolores se pueden vencer mejor, porque cuando más me cobijan mis hermanos, mis amigos, más siento esa hermosa sensación del amor fraterno que hace que las heridas se vayan cicatrizando, aunque nunca desaparezcan.
Creo que por eso siempre tenemos que mirar las hermosas y grandes ganancias, los hermosos y grandes lazos que hemos podido establecer en este año que pasa y descubrir que el milagro del amor en nuestras vidas es posible, que hemos tenido y tenemos mucho para agradecer porque hay mucho más ganado que perdido.
Y, por otro lado, sabemos que los que partieron a la Casa del Padre aún siguen con nosotros, porque el Cielo en el que creemos lo vivimos en la Tierra, y el amor que ellos llevaron en sus vidas sigue estando con nosotros, pues el Cielo es la vida perfecta del Amor.
Sí, cada año que pasa nos daremos más cuenta de todo lo que vivimos, por eso tenemos que vivir siempre el día a día con Fe, Esperanza y Amor, sabiendo que los milagros están en todos los días, así como las despedidas estarán siempre. Y que el dolor de la despedida es porque hemos sabido amar a quien Dios ha puesto en nuestro camino.
Y es cierto, como decía un amigo: el amor duele, pero duele porque en los momentos vividos ha producido mucho gozo al alma. Dejemos que este año que se inicia lo vivamos con mayor amor para que sea el amor la hermosa fragancia que purifica y fortalezca nuestra vidas.
¡Gracias 2016 por todo lo que me has permitido vivir!
¡Te espero 2017 para aprender a vivir con más amor!