Dice San Juan en su carta:
"Queridos hermanos:
En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos.
Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.
En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él".
¿A quién le escribe San Juan? Le escribe a una comunidad de cristianos, por supuesto, a un grupo de gente que habiendo escuchado el Mensaje de la Buena Noticia aceptó la llamado del Señor y, por medio del bautismo, comenzó a vivir un nuevo estilo de vida.
Por eso, podemos decir, que esta carta de San Juan es también para nosotros, porque habiendo escuchado el llamado del Señor decidimos comenzar a recorrer el Camino de la Fe, el Camino que es Jesús mismo, por que Él dijo: "Yo soy el Camino".
Y ¿por qué escribe así? Por que muchas veces creemos que ser cristiano es sólo decir que somos cristianos y seguir viviendo como cualquier otra persona que no conoce a Cristo, que no sabe de los mandamientos, que no tiene idea de cómo vivir.
En aquellas épocas, en las que escribía San Juan, podríamos decir que la gente estaba disculpada porque no había tanto para leer, tanto para escuchar, no había catequesis en las Iglesias, ni clases de religión en las escuelas.
Pero, a estas alturas de los tiempos, en donde tenemos una larga tradición oral, pues la fe nos ha llegado por nuestros padres, donde hemos escuchado mucho de Cristo, donde hemos aprendido en religión o catequesis, y, seguramente, si hacemos un esfuerzo podemos encontrar libros de espiritualidad para seguir madurando nuestra fe, no tenemos excusas para decir: "no sabía que para ser cristiano tenía que vivir así..."
"Que tú Sí sea Sí y que tu No sea No", dice el Señor. Por eso San Juan es tan explícito a la hora de escribir a las comunidades, porque no quiere que se pierda la Verdad sobre el cristianismo, no quiere que aquello que a él le dio Vida Nueva y por lo que entregó su vida se transforme, solamente, en una moda, en algo superficial que pierda el sentido profundo de lo que verdaderamente es: un Camino de Vida.
Por que, en definitiva, nadie nos obliga a ser cristianos, pero si he decidido serlo tengo que ser coherente con la decisión que he tomado. Y no te preocupes si podrás o no, lo que importa es que estés decidido a que tu Sí sea Sí y que tu No sea No, de lo demás se encargará nuestro Padre del Cielo con toda Su Gracia.
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