domingo, 19 de julio de 2015

Descansar en Cristo para ser verdaderos pastores

"En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
-«Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Se podría decir que el Evangelista hace un breve resumen de lo que es la oración en nuestras vidas: un encuentro con Jesús para contarle lo que hemos vivido y descansar en Él.
En los tiempos que vivimos, para muchos, detener la marcha en el día ya es algo que no se piensa, porque detener la marcha y descansar es perder el tiempo. Y si a este tiempo le sumamos el sentido de la oración y la reflexión de la Palabra, ¡eso no es para mí! ¡Eso es para los que tienen tiempo!
Y así van muchos cristianos gastando día tras día la Gracia recibida, sin volver a recargar el espíritu en Jesús, en Su Palabra, en sus Sacramentos. Se nos va gastando el combustible espiritual y ¿con qué abastecemos nuestro espíritu? Con lo primero que encontramos: combustibles alternativos; así como cuando te prohíben comer sal por la tensión alta y elegimos sales que no son sal, pero que satisfacen nuestra ansiedad, de la misma manera hacemos con nuestro espíritu: nos conformamos con el espíritu del mundo, y nos alimentamos con palabras fáciles que calman nuestra ansiedad, pero que nos convierten en cristianos sin sabor, Sal que no sala, Luz que no ilumina, Levadura que no fermenta.
Pero sobre todo nos van adormeciendo la conciencia y vamos aceptando los valores del mundo como valores propios de los cristianos; nos vamos permitiendo vivir y ser del mundo, sin darnos cuenta que "no somos del mundo", porque el Señor nos dio la Vida Divina para que estando en el mundo llevemos al mundo hacia Dios.
Por eso, nosotros todos, como pastores en medio del mundo no conducimos al resto de nuestros hermanos por el Camino de la Salvación, sino que somos lobos con piel de cordero, o mejor, somos lobos con uniforme de pastor, porque al no vivir lo que Dios quiere para nosotros damos una falsa imagen de lo que debemos ser, por eso la Luz que debemos llevar al mundo es una luz falsa; el camino que recorremos no nos conduce a la Salvación; la vida que vivimos no es la nos da Vida en abundancia.
Y así vamos sembrando odio en lugar de amor, vamos sembrando guerras en lugar de paz, somos instrumentos de discordia y no de unión, portadores de mentiras y no de verdad, porque el espíritu del mundo está infectado por el espíritu del Príncipe de este mundo, y no por el Espíritu de Dios.
Y si, todos somos pastores y todos somos ovejas, pertenecemos al mismo Rebaño y si nos dejamos conducir por el Único Buen Pastor, si escuchamos su Voz, si nos alimentamos con los Verdaderos y Verdes Pastos de la Gracia y del Espíritu, si escuchamos Su Voz y seguimos Su Palabra, entonces seremos de las ovejas que, por el ejemplo de su vida, se transforman en pastores de sus hermanos porque "los hombres viendo sus buenas obras glorificarán a Dios" y viendo como en el Rebaño se aman unos a otros comprenderán con son el Rebaño de Dios.

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