"En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:
«Este es de verdad el profeta».
Otros decían:
«Este es el Mesías».
Pero otros decían:
«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa".
Cada quién mira la realidad desde su propio punto de vista y desde su propia necesidad o apertura de corazón a la Verdad. Una misma realidad puede ser comprendida de diferente manera mirada en el mismo momento. Así le pasaba a la gente del tiempo de Jesús, y así también nos pasa a nosotros cuando miramos y analizamos una misma cosa. Pero ¿cuál es la verdad? Y eso lo podemos llegar a descubrir cuando cada uno renuncia a su verdad y nos ponemos a analizar lo que hemos visto, escuchado o realizado.
Aquí el evangelio nos dice que por tener cada uno una opinión diferente surgió una discordia, es decir, no pudieron ponerse de acuerdo. Así como tampoco se pusieron de acuerdo los fariseos. O, mejor dicho, sí se pusieron de acuerdo: querían matar a Jesús porque sus palabras les molestaban. Se pusieron de acuerdo para acallar la Luz de las palabras de Jesús y por eso quien diga algo en diferente es un maldito.
Siempre es más fácil unirse a una mentira que defender la verdad, porque la mentira siempre necesita usar la fuerza para querer imponerse y ocultar la verdad, pero la Verdad sólo necesita Luz para darse a conocer. La mentira, aunque utilice la fuerza para imponerse nunca dura mucha tiempo, en cambio la verdad aunque quieran ocultarla siempre se hace lugar para aparecer e iluminar a quien la quiera ver.
"Los guardias respondieron:
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron;
«¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos».
Aunque no se busque decididamente la Verdad, ella siempre atrae y modifica el corazón del hombre, pero cuando se ha vivido siempre en la mentira siempre se querrá tener esa "verdad" y todo aquél que ataque la mentira será tenido por maldito.
"Solo la Verdad os hará libres", decía Jesús, y le respondía a Pilato: "Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad; todo el que es de la verdad oye mi voz".
No dejemos que la mentira del mundo nos cierre el corazón a la Verdad, no permitamos que los que quieren vivir en la mentira nos obliguen a hacer silenciio, sino que dejemos que el fuego del Espíritu Santo nos ayude a defender la Verdad del Evangelio, la Verdad de la Vida, y mantengámonos Fieles a la Palabra de Dios.
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