miércoles, 25 de julio de 2018

Podréis beber el Cáliz que yo beberé?

¿«Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Como todos, en ese momento, creían que Jesús iba a ser Rey del Pueblo, iba a tener poder y riquezas, que venía a hacerse cargo del Pueblo de Israel y a liberarlo de la opresión de los romanos. Por eso todos, o casi todos, esperaban que, al estar a su lado, pudiesen optar por un cargo importante (no se si suena a algo de este mundo lo que estoy diciendo) Por eso la madre de Juan y Santiago se adelantó a todos y vino a Jesús a pedir, lo que seguramente muchos querían pero ninguno se había animado: "que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda", casi nada quería la señora para sus hijos, los dos lugares más importantes al lado del Rey, como para dejar bien "acomodados" a sus hijos.
Pero no es sólo el hecho de lo que pide sino también cómo lo pide: "ordena que estos dos hijos míos". No dice ni por favor, ni pregunta si se puede, no sólo "ordena". Y es esa la intención que, muchas veces, tenemos, también, nosotros, con Dios: le ordenamos que haga tal cosa o tal otra, como si Él tuviera que hacernos caso a nosotros que sabemos más que Él, porque se nos ha subido tanto a la cabeza que nosotros sabemos todo que no nos da pereza "ordenarle" a Dios lo que tiene que hacer.
Por eso la respuesta de Jesús fue clara para la mujer y lo es para nosotros: «No sabéis lo que pedís". Es muchas veces tenemos en nuestra mento, o en el inconsciente, aquella frase de que "para pedir siempre hay tiempo", total después podemos bajar las expectativas del pedido, "el no ya lo tenemos" por eso vamos a ver qué nos dan. Pero en este caso, como en todos los casos, Jesús va más allá, y aunque no les dice que Él no va a ser el Rey que ellos creen, le dice las consecuencias de ese Reinado:
"¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?".
Y a ese punto quería llegar: para ser cristianos hemos tenido en cuenta lo que tenemos que vivir?, hemos pensado o reflexionado que es ser verdaderamente cristianos? O en día se va a los sacramentos, desde el bautismo hasta el matrimonio, sin saber a ciencia cierta qué es lo que se recibe. Seguramente se hacen los cursillos para todo, pero no se tiene en cuenta, en la mayoría de los casos, qué es lo que eso implica, cuáles son mis obligaciones como cristiano, cuál es el estilo de vida que tengo que comenzar a vivir.
Seguramente, como ocurre en este siglo XXI, se todo lo que puedo y quiero exigir como cristiano, pero no estoy dispuesto a "beber el caliz de Cristo" por eso, una tendencia de este siglo XXI, es querer modificar todo el Evangelio y las leyes que forman y regulan la vida del cristiano, para que no tenga que pasar por lo mismo que Jesús: "Padre, si es posible aparta de mí este Caliz. Pero que no se haga mi voluntad sino la Tuya".

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