Hay dos cosas que nos ayudan a pensar en nuestra vida de apóstoles, de las que narra este pasaje de los hechos de los apóstoles, hablando de Felipe. Nos muestra la disponibilidad de Felipe al Espíritu Santo, porque todo apóstol no se deja llevar por sus propios deseos sino que libre de sí mismo es conducido por los impulsos del Espíritu que dirige su camino. Asi, es como no hay probabilidad de que la obra que realice sea suya o que lo que haga le pueda hacer caer en la vanidad y el orgullo (aunque nunca estamos totalmente libres de estos pecados)
Por eso es necesario que siempre tengamos en cuenta que cuando hemos respondido al llamado de Jesús (y no estoy hablando de sacerdotes y religiosos, solamente, sino de todo cristiano) tenemos que tener el corazón libre de nosotros mismos, para poder no sólo escuchar al Espíritu que habita en nosotros, sino poder obedecer a sus impulsos pues son los que nos ayudan a ser Fieles a la Voluntad de Dios.
Así fue cómo por el Espíritu Felipe salió a los camino y se encontró con este Eunuco y esuchándolo pudo anunciarle la Buena Nueva de Jesús. Y ese es el otro aspecto que nos muestra esta lectura: al estar con el corazón libre de todo prejuicio, no tuvo problemas, Felipe, en entrar en conversación con esta persona y poder anunciarle lo que el Señor la había enseñado.
Nosotros no siempre anunciamos lo que creemos, muchas veces, tenemos miedo o vergüenza de anunciar la Buena Noticia. Nos dedicamos más a hablar de todo un poco pero no de dar a conocer lo que creemos, lo que sentimos en orden a la Fe, a la vida de fe.
Alguna vez alguien dijo sobre esta página de facebook: "¿por qué Fabián escribe reflexiones sobre la fe? ¡Yo no lo sigo más!". Cada uno es libre de leer lo que quiera y lo que no, para eso somos libres. Pero ¿por qué no voy a poder expresar libremente la Buena Noticia por donde voy? Y esto nos pasa a todos. Aún tenemos miedo de hablar de las cosas de Dios, de dar a conocer la Verdad del Evangelio, y, muchas veces, acusamos a los que tienen el valor de hacerlo de que son faltos de tacto o de que no había que decir tal o cual cosa. Si somos apóstoles hemos de ser Fieles a Dios y no a los hombres, y, como dice San Pablo, "anunciar la Palabra a tiempo y fuera de tiempo", pues así como las tinieblas y la mentira no tienen tiempo para ser anunciadas, ¿por qué nosotros tenemos que tener un tiempo y un lugar para anunciar lo que creemos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.