martes, 2 de enero de 2018

Quién es el que niega a Cristo

"Queridos hermanos:
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre.
En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros".
Es San Juan quien escribe esto en su carta a una comundiad, pero no lo hace pensando en quienes no son cristianos y niegan a Cristo, sino pensando en los que en un momento recibieron el bautismo, tomaron la decisión de ser cristianos y después, escuchando y aceptando otras teorías, comienzan a negar a Cristo y todo lo que Jesús nos ha dejado como Camino de Vida.
Es interesante que la liturgia nos presente estas lecturas dentro de la semana de Navidad porque recién hemos confesado nuestra Fe en Cristo, en ese Dios que se hizo hombre y nació entre nosotros, y todo nuestro Símbolo de Fe se ha manifestado en estos días en las Fiestas que hemos celebrado. Pero ¿cuánto de todo eso sigue vivo después que se acaben los sabores navideños?
Incluso en estos días de tanto festejo y festividades ¿he tenido presente la Voluntad de Dios para manifestar, como los pastores, la alegría de haberme encontrado con Cristo y de vivir con Él? ¿No he dejado, quizás, que las cosas de estos días opaquen mi testimonio cristiano y me he dejado llevar por otras cosas que no son del espíritu de Cristo?
Así, la liturgia, nos presenta junto a esta Carta de Juan el testimonio de Juan el Bautista. Un testimonio que no sólo habla de quién él ha venido a anunciar, sino que habla de él mismo pues no quiere que lo confundan con el Mesías, sino que al tener muy presente quién es él y cuál es su misión, ese mismo testimonio sirve para que los demás descubran o, por lo menos, vean al que él va anunciar.
En nuestras vidas, en nuestro día a día, no siempre damos verdadero testimonio de quiénes somos, porque nos vamos "adpatando" según las circunstancias y no siempre somos fieles a la Verdad del Evangelio, no siempre nuestras palabras y nuestras obras, dan testimonio de ser cristianos.
En algunos casos no estamos seguros de querer mostrar nuestra Fe, en otros nos cobijamos en las circunstancias del día y nos hacemos eco de lo que otros dicen y escondemos la Verdad, en otros momentos no somos defensores de la caridad, y, quizás en otros más, parecemos más paganos que cristianos porque nos apetecen y nos gustan más fiestas paganas que las cristianas.
"Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.