Hoy hace 24 años que el Señor me concedió la Gracia de ser Sacerdote, en Arrecifes mi pueblo, Mons. Domingo S. Castagna con la imposición de sus manos dignificó mi vida con el Orden Sacerdotal. Un día realmente hermoso e inolvidable que no hubiera sido posible si el P. Efraín no hubiese tenido tanta paciencia y amor como para formar mi vida para que pudiera comenzar a recorrer este nuevo camino que, aún hoy, queda mucho por recorrer y perfeccionar.
Por eso me viene bien la Palabra del Señor de hoy:
"Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada".
No es, en realidad, una frase que no tenga presente todos los días, pero hoy se hace más patente en mi vida, pues una vez nos decía Efraín: "permanecer es lo más difícil", pues permanecer no es simplemente estar, sino que es permanecer creciendo, madurando; pues el sarmiento en la vida permanece creciendo, madurando, dando frutos constantemente, si deja de crecer se seca y se tira.
Nos decía Efraín: "la gracia más necesaria en nuestra vida es la de perseverar" en el Don recibido. Hoy hay tantas cosas que nos pueden alejar del camino y no sólo a nosotros los sacerdotes, sino a todos los que queremos vivir el cristianismo de verdad. Incluso nosotros mismos ponemos obstáculos para permanecer en la Vid Verdadera, pues siempre sabemos inventarnos nuevas excusas para alejarnos de Él sabiendo que "sin Él no somos nada".
En estos 24 años he tenido muchos regalos de parte de Dios, regalos que han sido de gran gozo para mi corazón y regalos que han sido de gran poda para mi alma, aunque a éstos nunca los deseamos pero cuando nos damos cuenta son los que mejor bien nos hacen, pues en la poda adquirimos más fuerza para crecer.
No siempre el camino ha sido llano, aunque tampoco Dios me ha pedido grandes Cruces, pero siempre me ha acompañado o ha puesto hermanos que me acompañen en este hermoso caminar.
Y hoy como hace 24 años sigo dando Gracias por este no merecido regalo de Dios del Sacerdocio Ministerial, y le pido que siempre me ayude a mantener viva la llama del Amor Primero para ser cada día Fiel a la Vida que Él me ha dado.
Y a vosotros rezad por cada uno de nosotros, los sacerdotes, para que tengamos siempre el Espíritu para saber y aprender, cada día, a ser pastores según el corazón del Padre.
Por eso me viene bien la Palabra del Señor de hoy:
"Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada".
No es, en realidad, una frase que no tenga presente todos los días, pero hoy se hace más patente en mi vida, pues una vez nos decía Efraín: "permanecer es lo más difícil", pues permanecer no es simplemente estar, sino que es permanecer creciendo, madurando; pues el sarmiento en la vida permanece creciendo, madurando, dando frutos constantemente, si deja de crecer se seca y se tira.
Nos decía Efraín: "la gracia más necesaria en nuestra vida es la de perseverar" en el Don recibido. Hoy hay tantas cosas que nos pueden alejar del camino y no sólo a nosotros los sacerdotes, sino a todos los que queremos vivir el cristianismo de verdad. Incluso nosotros mismos ponemos obstáculos para permanecer en la Vid Verdadera, pues siempre sabemos inventarnos nuevas excusas para alejarnos de Él sabiendo que "sin Él no somos nada".
En estos 24 años he tenido muchos regalos de parte de Dios, regalos que han sido de gran gozo para mi corazón y regalos que han sido de gran poda para mi alma, aunque a éstos nunca los deseamos pero cuando nos damos cuenta son los que mejor bien nos hacen, pues en la poda adquirimos más fuerza para crecer.
No siempre el camino ha sido llano, aunque tampoco Dios me ha pedido grandes Cruces, pero siempre me ha acompañado o ha puesto hermanos que me acompañen en este hermoso caminar.
Y hoy como hace 24 años sigo dando Gracias por este no merecido regalo de Dios del Sacerdocio Ministerial, y le pido que siempre me ayude a mantener viva la llama del Amor Primero para ser cada día Fiel a la Vida que Él me ha dado.
Y a vosotros rezad por cada uno de nosotros, los sacerdotes, para que tengamos siempre el Espíritu para saber y aprender, cada día, a ser pastores según el corazón del Padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.