Fueron llamados cristinaos

"Jesús les respondió:

– «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mi. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen..."

Quizás sea fácil escuchar la Voz del Señor, pero no es tan fácil seguirlo, pues el seguir a Cristo implica una renuncia a nuestros criterios que no siempre estamos dispuesto a hacerlo. Siempre encontramos un motivo, una excusa para no hacer lo que debemos, o, simplemente hacemos oídos sordos a Su Palabra. Así al no estar Cristo en nuestras vidas, nuestra vidas dejan de ser vidas cristianas, somos simples oyentes de la Palabra, pero no seguidores de Cristo, y, nada que ver con el nombre de cristianos.

"Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos".

¿Por qué en Antioquía los llamaron cristianos a los discípulos de Jesús? Pues porque veían en ellos la vida de Cristo, veían sus obras y sus palabras, y unas y otras los llevaban a pensar y a ver a Cristo. "Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí". Son nuestras obras las que dan testimonio de nuestra vida cristiana, no nuestras palabras.

Hoy en día hay mucha gente que sabe hablar y dicen muchas palabras por minuto, y hasta pueden recitarte los pasajes más sabrosos del evangelio, pero ¿son cristianos? ¿Cuáles son nuestras obras en el día a día? ¿Cómo vivo el amor de Cristo entre nuestros hermanos? ¿Soy capaz de perdonar como Él me perdonó? ¿Soy capaz de pedir perdón para ser perdonado?

Si mi vida no está enraizada en Cristo, si no llevo a Cristo en mi corazón, si no recibo su Palabra y el Pan de la Vida ¿puedo decir que estoy en Cristo? ¿Cuál es la seguridad que me da el ser de Cristo si Él no habita en mí? Si sólo habita en mí el deseo pero no la acción, si sólo hay palabras pero no obras...