domingo, 20 de marzo de 2016

Padre, perdónalos

"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
Hay muchas frases en la lectura de la Pasión pero hoy me quedo con esta, tan pequeña, tan corta, con tan pocas palabras pero tan enorme en su contenido y su profundidad. Para mí una frase que puede llenar de sentido toda nuestra semana santa, y permitirnos vivir cada uno de los días junto a Jesús.
¿Por quién pide perdón Jesús al Padre?
Uno podría pensar que pide perdón por los que lo están clavando en la Cruz, por los que lo lo coronaron de espinas. Quizás, pero ellos sólo cumplían órdenes de alguien que había dictado una sentencia.
Pero me parece que no pide perdón para ellos, sino para aquellos que sabiendo quién era, por egoísmo, orgullo y miedo, lo llevaron a la condena con mentiras.
Èl vino a los suyos y los suyos no lo conocieron... Quiso darles a su Pueblo una nueva vida, la Vida de Dios, pero los que podían haberlo reconocido no quisieron escuchar su Voz y por eso decidieron silenciarlo.
El pueblo hoy lo recibe entre cantos y Hosana, con Palmas y dando gracias a Dios por los milagros que había hecho; pero días después se suma a las mentiras de los grandes del Pueblo y pide su condena. No sabían lo que hacían.
Nos dejamos convencer muchas veces por las mentiras de otros y así vamos condenando inocentes a lo largo de nuestra vida. Dejamos de buscar la verdad porque es más fácil escudarse tras las mentiras de los demás, por que así yo no tengo la culpa sino que la culpa es de los que "me obligaron a hacerlo".
Por eso Pilato le dice al Pueblo, lavándose las manos: "yo soy inocente de la sangre de este hombre, que su sangre caiga sobre vosotros y sobre sus hijos".
Pero igualmente el Amor Misericordioso de Dios-Hombre se muestra en el instante de su mayor dolor, y como un ruego de último suspiro pide al Padre: "perdónalos porque no saben lo que hacen".
Es ese Amor Misericordioso el que Él quiere dejarnos para nuestra vida: saber perdonar, amar de tal modo que el perdón brote de nuestro labios como el mayor acto de entrega y sacrificio de nuestra vida. Sin ese Perdón de Jesús no podríamos haber alcanzado la Vida que en su Resurrección nos entregaría, porque siendo aún pecadores ofreció su vida por nosotros. ¿Quién de nosotros podría así ofrecer su vida por sus amigos y aún por sus enemigos?
"Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen"

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