viernes, 2 de agosto de 2019

Se escandalizaban a causa de él

Como es corto el evangelio de hoy, vuelvo a repetirlo:
La gente decía admirada.
«De dónde saca este esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?».
Y se escandalizaban a causa de él.
Jesús les dijo:
«Solo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta».
Y no hizo allí muchos milagros, por su falta de fe".
Siempre pensamos que lo que vemos o creemos es la verdad verdadera, y, por esa misma razón, muchas veces nos equivocamos.
Los paisanos de Jesús creían conocer la vida y obra de Jesús, porque sabían quiénes eran su familia, y por eso mismo, sabiendo de dónde venía no podía ser algo bueno, o no podía hacer o decir lo que hacía o decía, por eso no pudieron creer en él y él no pudo hacer ahí milagros, "por la falta de fe" de su propia gente.
La familiaridad del pueblo, de la familia, muchas veces nos invita a pensar que tal o cual persona no puede cambiar o no puede llevar una vida mejor, porque "si supieras quién es su familia", "porque fulano ha hecho tal cosa ya no va a cambiar", e, incluso, muchas veces, hasta hacemos que la persona misma se crea nuestros juicios.
En este tiempo hablamos mucho del bullyng que se da entre los niños y adolescentes, y ponemos carteles, y hacemos publicidades para que se evite ese horrible comportarmiento entre los más pequeños. Pero no nos damos cuenta que somos los adultos quienes mostramos que ese comportamiento está bien, porque somos nosotros quienes, en primer lugar, criticamos, difamamos y levantamos falsos testimonios sobre la vida de los demás. Creemos que porque conocemos una parte de la vida de alguien, tenemos el derecho de hablar de tal persona, y no nos damos cuenta que no tenemos el derecho de quitarle la buena fama (como dice el derecho) a nadie.
Es nuestro comportamiento (el que muchos decimos: lo hicimos sin querer hacer daño, o, no me di cuenta de lo que había dicho...) el que va corrompiendo las relaciones en la familia, en la comunidad. Y creyéndonos muy salvadores del mundo porque defendemos la vida de los niños, somos quienes damos el peor de los ejemplos porque no mostramos cómo vivir sin difamar a los demás.

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