Comenzamos hoy la Novena de Navidad, ya queda muy poco para celebrar Su Venida, la Venida de nuestro Dios y Salvador: un Niño que nace para darnos Vida.
San León Magno, ante estas lecturas nos dice:
"De nada nos serviría afirmar que nuestro Señor, el Hijo de la Virgen María, es hombre verdadero y perfecto si no creyésemos además que es hombre perteneciente a aquel linaje mencionado en el Evangelio.
Mateo, en efecto, dice: Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham; y sigue el orden de su generación humana hasta llegar a José, con quien estaba desposada la Madre del Señor".
Se hizo Hombre, uno de nosotros, en todo menos en el pecado para que nosotros pudiésemos ser hijos de Dios. Sí, la he repetido mucho y no me cansaré de hacerlo, porque es esta realidad que festejamos en Navidad. Celebramos el más maravillosos de los regalos y milagros que Dios Padre hizo por nosotros, enviarnos a Su Hijo Único para que nos diésemos cuenta, para que aprendiéramos, para que encontráramos el Camino que nos condujera de nuevo al Padre.
Y ¿por qué no me cansaré de repetirlo? Para que volvamos a encontrar el sentido de la Navidad, para que en estos días preparemos verdaderamente nuestro corazón para ese Nacimiento, para que a pesar de todas las cosas que estemos haciendo volvamos nuestra mirada hacia el Belén, el Pesebre, hacia ese lugar donde está o estará el Niño Dios, pues ahí comienza la Verdadera Historia de nuestra vida de fe.
¿No es hermoso recordar cómo hemos nacido a la Vida de Fe? ¿No será hermoso poder transmitir lo verdadero y esencial de la Navidad?
Seguro que será difícil quitar del medio de la Navidad al gordito vestido de rojo con su trineo y sus renos, pero ¿no podríamos intentarlo para que vuelva a tener sentido cristiano lo que celebramos? ¿No es hora de hacer frente a lo que no nos da Vida Verdadera?
Claro que, también, para nosotros los cristianos no sea necesario recordar a Jesús, porque si no hacemos el esfuerzo de vivir Su Nacimiento como un acontecimiento de fe, como un hecho realmente extraordinario y por eso lo ponemos en el centro de nuestra vida...
Nos queda una semana para la Nochebuena, no hagamos que la Navidad sólo quede en un arbolito hermoso o en belén bien construido. Hagamos que la Nochebuena sea un verdadero encuentro del hombre con Dios, y de Dios con el hombre, pues a nosotros, como a los pastores se nos ha anunciado Su Nacimiento, por eso como ellos vayamos a Su Encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.