Aquí el bautismo proclama
su voz de gloria y de muerte.
Aquí la unción se hace fuerte
contra el cuchillo y la llama.
Hermosa estrofa del Himno sobre el martirio. Hoy Santa Lucía nos abre una nueva puerta para preparar el corazón al Nacimiento de Jesús: la puerta de la entrega total de toda nuestra vida, alma, mente y corazón a la Voluntad de Dios.
Si en el Evangelio de ayer el Señor nos decía que éramos una generación que no se conformaba con nada, pero que tampoco sabía lo que quería, hoy nos muestra la persona de Santa Lucía, una adolescente que sí sabía a Quién amaba, y Qué es lo que deseaba en su vida.
Abrió su corazón de par en par a Jesús y se dejó conquistar por Él, de tal modo que ya nada era para ella de valor, sino que, como dice San Pablo: todo lo tenía por pérdida en este mundo con tal de ganar a Cristo y a Cristo crucificado.
Estamos a medio camino de la Navidad y ¿sabemos qué es lo que buscamos en el Pesebre de Belén? ¿Sabemos, como los Pastores, qué vamos a encontrar acostado entre pajas y vestido con pañales?
Es cierto, muchas veces no sabemos qué es lo que queremos y, mucho menos, sabemos qué es lo que quiere Dios de nosotros. Por eso, en el Camino hacia la Vida el Señor nos pone mojones que nos vayan guiando, pero debemos saber mirar, saber leer entre líneas y para eso, primero, debemos tener los ojos abiertos a ver, la mente despejada para entender y el corazón libre para disponernos a hacer Su Voluntad.
Él nace para que nosotros nazcamos, Él se hace hombre para que nosotros nos hagamos hijos de Dios, Él se hace pequeño para que nosotros maduremos como niños, Él viene a nosotros para que nosotros vayamos a Él, Él nace para darnos Vida Nueva para que nosotros muramos y tengamos Vida Divina.
Nuestro morir al hombre viejo, al hombre del mundo, es un morir constante, así como el nacer es un nacer constante, porque Navidad es cada día del año, aunque una vez al año nos preparemos para recordar por qué cada día celebramos Navidad. Por qué cada día necesitamos resucitar como Niños a la esperanza cierta de que el Padre nos ha llamado y nos ha dado un Camino para alcanzar nuestro Ideal, para construir a cada paso un Hombre Nuevo que sea capaz de entregar cada día toda su vida para transformar el mundo.
Hoy, Santa Lucía, nos invita a recuperar el gozo de alcanzar al Bienaventuranza porque su amor por el Señor le llevo a vivir: Bienaventurados los de corazón puro porque verán a Dios.
Que su vida nos lleve a encontrar el camino de la pureza para que nuestra vida también ilumine lasa tinieblas de este mundo para que muchos encuentren el sentido de vivir la vida en Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.