viernes, 29 de junio de 2018

Amar al Amor

Creo que voy a comenzar con las lecturas de la Vigilia de San Pedro y San Pablo, sobre todo con el evangelio que es uno de los tantos que me gusta. Pero que ayer le pude sacar un poquito más de alimento, y, creo que nos sirve para entender las lecturas de hoy, y, sobre todo para nuestra vida.
El Evangelio de la víspera es donde Jesús le pregunta tres veces a Pedro si lo ama. Es sólo esa pregunta que siempre nos llama la atención cuando la escuchamos de labios de Jesús. Y me puse a pensar que Jesús no le pregunta Pedro ni por los 10 mandamientos, ni los preceptos de las Leyes judías, ni sobre ningún otro concepto doctrinal, sino sólo le pregunta: "¿me amas más que éstos?; ¿me quieres más que estos?; ¿me amas más que éstos?". Tres preguntas sobre el amor a su persona, no sobre sus conocimientos intelectuales sobre la religión.
Y porque Pedro le responde a cada pregunta que "sí, tú sabes que te amo", entonces le termina diciendo: "sígueme". Dándole la responsabilida de ser Cabeza del Nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia, y por eso de tener las Llaves del Reino de los Cielos.
No se puede ser cristiano, es decir: seguir a Cristo, si no lo amamos más que a nada en el mundo, porque el Camino que Él nos muestra es su propia persona, y por eso mismo, no podemos ser lo que no amamos. No podemos ser lo que solamente hemos aprendido con nuestra inteligencia, sino que seguimos lo que nos ha tocado verdaderamente el corazón.
Tanto Pedro, Pablo y todos pudieron seguirlo porque conociéndolo pudieron amarlo con toda su vida: "ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí", decía el mismo Pablo. Y sólo eso se puede decir si hay un amor intenso hacia una persona. Sólo se pueden soportar todos los sufrimientos padecidos si lo hacemos por amor al amante, no hay otra explicación para que ellos hayan podido entregar su vida, para poder soportar tanto escarnio y sufrimiento por Cristo.
"Mas el Señor me estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mi, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león. El Señor me librará de toda obra mal y me salvará llevándome a su reino celestial".
Estas palabras de San Pablo no son sólo una frase aprendida de memoria, tomada de algún libro de autoayuda (creo que no había en aquellos momentos) sino que brotan de un alma enamorada que ha sabido reconocer el verdadero amor y aceptar que ese Amor era el mejor para él y por eso por Fidelidad al Amor de los Amores puede soportarlo todo, pues sabe que Él siempre estará a su lado y que su fortaleza le permitirá alcanzar el fin deseado.
"Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente. He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe".

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