Dice el Profeta Isaías:
"Porque mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos – oráculo del Señor -".
Y lo vemos a diario en nuestra vida, cuando intentamos entender o querer comprender a Dios, o cuando intentamos que Dios haga lo que yo quiero, nunca podemos llegar a comprender el por qué de tal o cual situación, de tal o cual cruz, de esto o de aquello. Y no es que Dios no nos quiera explicar las cosas, sino que sus planes y nuestros planes están muy distantes, su forma de darnos a entender las cosas es muy diferente a cómo nosotros queremos entenderlas. Pero cuando hay disposición de corazón siempre llegaremos a comprender su Palabra, por eso, cuando Jesús finalizaba las predicaciones decía: "quien quiera oír que oiga" o "quien quiera entender que entienda", porque, como decimos en el refrán popular: no hay peor sordo que el que no quiere oír.
Nos puede pasar así como el jornalero del evangelio, aquél que llegó primero al trabajo al cobrar lo mismo que el último, enfadado fue contra su señor porque creía que era una injusticia lo que estaba viendo. Si lo vemos desde nuestro lado sí es una injusticia, pero era justo lo que el empleador había acordado con ellos, y desde su punto de vista era justo pues era lo acordado.
Y miremos ahora la parábola desde el punto de vista de Jesús: ¿cuál es la paga que Él nos ha prometido cuando finalice nuestro día de trabajo aquí en la tierra? La Vida Eterna: reciberéis el 100 x 1 aquí y la vida eterna. Y ¿cómo consiguió Él la filiación divina y, por eso, la vida eterna para nosotros? Cuando Él vino a trabajar a esta Viña durante 33 años trabajó incansablemente, y al final de su vida nos entregó hasta la úlitma gota de su sangre para que nosotros pudiéramos alcanzar la eternidad.
Nosotros ¿trabajaremos más que Jesús durante nuestra vida? Y sin embargo vamos a recibir la misma paga que Él: somos hijos de Dios graciasa a el Hijo, y resucitaremos a la eternidad gracias a el Hijo. ¿Es injusto también recibir lo mismo que Él aunque hemos hecho mucho menos?
Por eso no es bueno comparar los trabajos y las actividades que hacemos unos y otros, porque siempre miraremos con diferentes ojos y con distintas medidas. Dios sabe lo que le pide a cada uno y por qué se lo pide, no pretendamos comprenderlo sino pidamos la Gracia para aceptarlo y para ser, cada uno de nosotros, Fieles a la Vida que se nos ha concedido vivir; ser Fieles al trabajo que el Señor nos ha pedido realizar porque la paga que recibiremos al acabar el día será mucho mayor de lo que nosotros hemos trabajado y entregado.
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