"Jesús le dijo (a Marta hermana de Lázaro):
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mi, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mi, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
«Si, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
Antes de comenzar la Semana Santa Jesús nos pregunta también a nosotros ¿crees esto? ¿Creemos en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios? Y nosotros preguntaremos ¿por qué me pregunta eso, no crees que yo crea?
Es que (como decía anoche en mi parroquia) estamos inmersos en un mundo que quiere vivir (o está viviendo) un cristianismo sin Cristo. O, mejor dicho; decimos que creemos en Cristo pero no queremos escuchar sus Palabras y menos obedecer sus mandatos. Queremos vivir un cristianismo a nuestra medida, con un Cristo creado a nuestra imagen y semejanza.
Por haber quitado a Cristo del centro del cristianismo nos vamos convirtiendo en una comunidad (si se puede llamar así) de gente que va detrás de soluciones rápidas a sus problemas habituales, pero no hay un cambio en la vida, no hay una conversión, no hay frutos de vida en lo que vivimos. Nos hemos descentrado y vamos a los tumbos intentando hacer lo mejor que podemos, pero no es eso lo que Jesús quiso traer al mundo con su Vida, Muerte y Resurrección.
Entonces, si quitamos a Cristo del centro del cristianismo ¿quién es el Centro de nuestra fe? Y eso depende de cada uno: puede ser el cura de turno, una devoción particular, una imagen, y hasta incluso el mismo Jesús, pero no como Dios sino como un mero hombre que, a veces, hace milagros cuando se lo pido.
Y Jesús nos vuelve a preguntar: ¿Crees verdaderamente que yo soy el Cristo, el Hijo de Dios?
Para comenzar esta Semana Santa abramos el corazón a la Luz del Espíritu Santo para que Él nos ayude a discernir, a descubrir cuál es nuestro verdadero Dios y Señor, que nos ayude a reconocer nuestros errores y volver al Señor, como Señor de nuestra vida, como Señor de la Historia, a reconocer el Señorío del Señor en nuestra vida y en la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.