La lectura de la Pasión de Cristo cada día que la leemos (o la leo, por lo menos) me trae diferentes reflexiones, motivos para poder mirarme y mirar la realidad, y, lo que ocurrió aquél día. Desde ayer (que la leía unas cuantas veces) me quedaron unos pequeños párrafos en la memoria para pensar:
1. (Pilato) "Pues sabía que se lo habían entregado por envidia."
2. "Pero los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús".
Estas dos frases me hicieron pensar en la actitud de la gente, del pueblo, de ese pueblo que lo había recibido al Señor con Palmas y ¡Vivas el que viene en nombre del Señor! pero que se dejaron convencer por la murmuración de unos pocos. Cambiaron sus alabanzas hacia el hombre que les traía una Buena Noticia y al que alababan por su fuerza y poder, por una condena injusta a muerte y muerte de Cruz.
No sólo fueron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo los que condenaron a Jesús, sino que todo el pueblo se hizo cómplice de esa condena, por eso respondieron: "¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!"
Y hoy, quizás sin haber aprendido nada, seguimos con las mismas actitudes de condenar sin analizar, hacemos caso a las murmuraciones de algunos y comenzamos a lanzar piedras sobre quienes no conocemos o sobre quienes en un momento pusimos sobre un pedestal. Esto quiere decir que poco reflexionamos sobre nuestras decisiones, sobre lo que escuchamos, sobre lo que vamos viviendo cada día, sobre a quién le hacemos caso y sobre lo que hacemos caso. Nos hacemos cómplices de atrocidades simplemente, a veces, por no levantar la voz por no hacer fuerza para poder encontrar la Verdad, por no saber defender lo que verdaderamente creo o, simplemente, por tener un tiempo para saber si realmente lo que están tratando de "venderme" es lo que quiero comprar.
Si la gente no hubiese hecho caso a las murmuraciones de los ancianos y los sumos sacerdotes ¿habría habido condena de Cruz para Jesús? ¿Podrían haber sido sólo los sumos sacerdotes quienes condenaran a muerte a Jesús?
Por eso, no dejemos que las murmuraciones de los que viven en las tinieblas nos convenzan de que también nosotros somos tinieblas, sino que busquemos la Luz, abramos el corazón a la Verdad, aunque nos cueste, pues sólo la Verdad nos hará libres y así podremos dar más luz sobre el mundo.
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