martes, 15 de noviembre de 2022

Si no vigilas...

"Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto. Sé vigilante y reanima lo que te queda y que estaba a punto de morir, pues no he encontrado tus obras perfectas delante de mi Dios. Acuérdate de cómo has recibido y escuchado mi palabra, y guárdala y conviértete".
Aunque comience con esta frase del libro del Apocalipsis habría que volver a copiar todo, porque todo lo que dice lo podemos seguir meditando todos los días, pues el ritmo de vida que llevamos nos "ayuda" a dejar de pensar en lo que debemos hacer en función de quienes somos, y vamos perdiendo el fuego del Amor Primero, y nos vamos convirtiendo en cristianos tibios que no hacen mella en el mundo. Creemos, en gran parte, que nuestra tibieza nos alcanza para salvar el alma, pero esa tibieza no basta para cumplir la misión que tenemos como hijos de Dios.
"Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca".
En muchos casos nos hemos contentado con el "cumplir" los requisitos de algunas cosas de la vida cristiana, y nos hemos quedado tranquilos sabiendo que cumplimos con esto o con aquello, pero, en realidad nuestra vida, nuestro compromiso con el Evangelio no es lo que el mundo necesita hoy, ni tan siquiera lo que Dios nos está pidiendo, pues hemos caído en que "sean otros los que vivan esa radicalidad", que sean otros los que tengan que entregarse, a mí Dios eso no me lo pide. Y así voy enriqueciéndome con las Gracias sino usarlas para lo que Dios realmente quiere:
"Porque dices: 'Yo soy rico, me he enriquecido, y no tengo necesidad de nada'; y no sabes que tú eres desgraciado, digno de lastima, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego el fuego para que te enriquezcas; y vestiduras blancas para que te vistas y no aparezca la vergüenza de tu desnudez; y colirio para untarte los ojos a fin de que veas".
Sí, que veamos lo que realmente debemos hacer. Que veamos lo que realmente Dios nos pide para ser Fieles a la Vida que Él nos ha dado y que nos pide vivir. Porque somos ciegos ante el mundo o, mejor dicho, somos ciegos ante la Palabra de Dios, y dejamos nuestros ojos para ver cómo poder esquivar la Voluntad de Dios y seguir con mi vida a dos bandos: mundo y Dios, cumpliendo con Dios y viviendo los ideales del mundo.
"Si no vigilas, vendré como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.