jueves, 3 de noviembre de 2022

Alegráos con el Señor!

“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría habrá tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».
En el cielo hay fiesta por los que se convierten y vuelven a Dios, pero ¿en la tierra nos alegramos por los que vuelven a la Iglesia?
Muchas veces escuchamos: necesitamos que haya más jóvenes, tenemos que hacer pastoral de jóvenes, tenemos que invitar a más gente para esto o para aquello, pero cuando llegan a nuestras comunidades con nuevas ideas, con nuevo impulso, con ganas de vivir la alegría del cristianismo, lo primero que se les dice es: aquí eso no se hace, aquí no se puede saltar, no se puede aplaudir, no se puede cantar, no se puede... toda la vida se hizo así... Y en lugar de alegrarnos por que Dios nos ha enviado a gente nueva los alejamos nuevamente porque somos demasiado viejos y egoístas como para ver lo nuevo de Dios.
Una vez en una comunidad les decía: invitaré a gente nueva, pero ¡cuidado! con decirles aquí eso no se hace porque toda la vida se hizo así. Si Dios nos envía aquellos que rescata y nos los manda a las comunidades con un espíritu nuevo ¿por qué debo ser yo quien le ponga trabas a Dios?
Es que somos muy egoístas los que formamos las comunidades cristianas y no dejamos que los que quieren formar parte con un espíritu nuevo lo puedan hacer.
Lo veía en los comentarios que mucha gente de iglesia, sacerdotes y laicos, hacían de lo que pasó en Roma con los jóvenes. Unas críticas tan destructivas que podrían decir: con esta clase de gente no quiero tener nada que ver pues vuelven a ser los agríos de siempre, quieren que participemos pero que nos encorcetemos a lo viejo. Dejad que Dios inspire cosas nuevas. ¿Dónde habéis visto a tantos jóvenes adorar al Santísimo Sacramento todas las semanas una hora? Dejaos de tanto fariseismo y abrir las ventanas al nuevo soplo del Espíritu que quiere renovar el aire viciado de nuestra Iglesia.
¡Alegraós por tantos que vienen al Señor!

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