domingo, 6 de noviembre de 2022

Es un Dios de vivos

"Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos".

Al leer este evangelio siempre me trae a la memoria una poesía que nos repetía nuestro padre formador (P. Efraín):
No son los muertos los que en dulce calma
la paz disfrutan de la tumba fría;
Muertos son los que tienen muerta el alma
y aún viven todavía.
Y así es, a veces, pareciera que muchos tienen el alma muerta, y no sólo porque no crean en Dios, sino porque creyendo en Dios han guardado tanto resentimiento, tanto rencor, y, hasta muchas veces odio, que no pueden disfrutar de lo que tienen, no pueden disfrutar de seguir amando, y ni de qué hablar de perdonar.
Nuestro Dios es un Dios de vivos y, lo más importante, es que Vive para darnos Vida y Vida en abundancia, por eso tenemos que estar siempre unidos a Él, lo cual significa que, también, tenemos que estar unidos a nuestros hermanos, porque “si amas a quienes te aman ¿qué merito tienes? Eso también lo hacen los paganos”.
Y esa Vida que Dios nos da la tenemos que “mostrar”, se tiene que ver en nuestras palabras, en nuestras obras, es decir en toda nuestra vida. No podemos andar por ahí, los cristianos que creemos en la Resurrección de Jesús, como si no tuviéramos esperanza, como si no tuviéramos un Dios que ha dado la Vida por mí, somo si fuéramos huérfanos de un Dios que es Padre y, encima, decimos que es Todopoderoso, que ha creado el Cielo y la Tierra, y que nos ha dado a Su Unigénito para que nosotros recuperáramos la filiación divina.
¿Te parecen pocas cosas que ha hecho nuestro Dios por nosotros? Seguro que también en este caminar hay espinas y piedras, tropiezos y caídas, tormentas y nubarrones. Pero también hay sol, hay amor, hay manos tendidas para levantarnos y tantas y tantas herramientas que el Señor pone a nuestro alcance para seguir viviendo, para seguir, como dice san Pablo combatiendo el buen combate de la Fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.