jueves, 13 de septiembre de 2018

Santos en el Amor

Que el Padre nos haya "pensado desde antes de la creación del mundo para ser santos e irreprochables antes Él, por el amor", ¡ese es el problema de nuestra vida cristiana!: la santidad en el amor, la perfección en el amor.
Por eso Jesús nos dice:
"Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo".
Esto es poco, porque si leemos todo el evangelio vamos a descubrir que todo es mucho más, pero para muestra basta un botón, aunque esa muestra la tenemos si miramos la Cruz, porque ese es el mejor ejemplo de una entrega desinteresada en el Amor.
¿Hay amor más grande e intenso que el de Jesús en al Cruz? ¿Hay mayor amor que el que dió la vida por nosotros aún estando nosotros en pecado? ¿Hay mayor prueba de amor que el de quien perdonó a sus acusadores y enemigos colgado de la Cruz: "Padre, pérdonalos porque no saben lo que hacen"? Y esa, y todas son la muestra de que sólo el Amor vence, y que no hay ningún razonamiento intelectual posible para poder comprender un Amor tan grande e intenso.
Por eso san Pablo agrega:
"El conocimiento engríe, mientras que el amor edifica.
Si alguno cree conocer algo, eso significa que aún no conoce como es debido. Si alguno ama a Dios, ese tal es conocido por él".
Muchas veces creemos conocer más a las personas y por eso nos permitimos, algunas veces, juzgar y prejuzgar, creyendo que nuestra "ciencia y conocimiento" son los mejores del mundo. Y así vamos distanciándonos de quienes amamos, destruímos relaciones o intentamos destruír la fama de muchos que creemos que se lo merecen.
Y Jesús nos dice:
"Sed compasivos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros".
¿Entender las Palabras de Jesús? No, no se puede entender lo que nos pide, y muchas veces no queremos saber nada de esto de amar a nuestros enemigos, de entregar no sólo la capa sino también el manto, de rezar por los que nos pesiguen... Nada de eso es posible en nuestras vidas, y por eso no siempre lo intentamos y vamos arrastrando "pesos muertos" simplemente porque no tenemos el valor y la fuerza para perdonar como a nosotros se nos ha perdonado.
Nunca podremos vivir la intensidad del amor que nos pide Jesús. Nunca podremos llegar a perdonar a nuesros enemigos o rezar por los que nos persiguen. Nunca podremos con nuestras propias fuerzas, por eso el Ángel le dijo a María: "lo que es imposible para los hombres es posible para Dios..." Si nuestra relación con Dios es pobre y rutinaria, nunca tendremos la Gracia suficiente para poder vivir el Amor como Él quiere, nunca tendremos la Gracia suficiente para ser "santos e irreprochables ante Él por el amor".
Pero si nos decidimos a dejar de lado lo lógico y lo humano de nuestras capacidades intelectuales, vamos a descubrir que si como niños nos dejamos llevar de la Mano de nuestro Padre, vamos a poder alcanzar la meta tan ansiada de vivir el Amor como Jesús lo vivió.

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