domingo, 2 de septiembre de 2018

Pueblo sabio e inteligente

Dice el apóstol Santiago:
"Aceptad con docilidad esa palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas.
Poned en práctica la palabra y no os contentéis con oírla, engañándoos a vosotros mismos".
Creo que más de uno y dos somos los que sólo nos contentamos con oír la Palabra, como se dice habitualmemnte, "hay que oír misa", y no es eso lo que Dios nos pide para vivir como cristianos, sino que nos pide vivir la Palabra, vivir la Eucaristía, vivir en Diios, para Dios y con Dios.
Nos hemos acostumbrado a sólo ser espectadores de un mundo que va pasando delante nuestro y no formar parte de todo lo que Dios quiere, sino que, como los fariseos y los escribas, sin formar parte nos dedicamos a criticar a los que sí se han metido de lleno en la vida de la iglesia y viendo sus errores somos los implacables jueces que señalamos sus errores, pero que, como los fariseos, no somos capaces de hacer nada por modificar nuestras vidas y creer en la Palabra de Jesús.
Es decir que sí creemos en Jesús, pero no terminamos de creer en Su Palabra, no terminamos de confiar en Él, pues nuestra vida cristiana se limita a hacer nuestra voluntad y no la del Padre que nos ha llamado y nos ha dado la Vida. Nuestro ser cristiano es de labios para afuera pero nuestro corazón está vació de Cristo.
Y, en este mundo de hoy, un cristianismo vacío no sirve para nada, o mejor dicho, nunca sirvió para nada. Por eso Dios va permitiendo situaciones que nos llaman a dar una respuesta clara en nuestras vidas y en nuestras convicciiones cristiana.
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndose, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
No añadáis nada a lo que yo os mando ni suprimáis nada; observaréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy.
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán:
"Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente. esta gran nación”.
¿Somos como pueblo cristiano una nación sabia e inteligente? ¿Somos, en realidad, un pueblo coherente con lo que dice creer y con lo que vive?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.