"Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, de forma que ese día os sorprenda como un ladrón; porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Así, pues, no nos entreguemos al sueño como los demás, sino estemos en vela y vivamos sobriamente".
Las palabras que le decía San Pablo a los Tesalonicenses son las mismas que nos dirije a nosotros, porque en estos tiempos que vivimos, muchos parecemos dormidos en cuanto a nuestra vida espiritual. ¿Por qué dormidos? Porque no buscamos un camino de crecimiento y madurez espiritual, sino que nos quedamos anclados, muchas veces, en que "ya no tengo arreglo", ya no tengo cosas que cambiar o que crecer. Más aún, no siempre (o casi nunca) nos preguntamos cuál es la Voluntad de Dios para mi vida, por miedo a que me cambie los planes, y así me subo al tren de la comodidad y voy viviendo a la par del mundo.
Vemos, si nos ponemos a observar bien, cómo seguimos viviendo la misma corriente del mundo, es decir, en las tinieblas del "todo está bien si todos lo hacen", y eso no está bien cuando está fuera del evangelio o cuando es contrario al Evangelio de Jesucristo y a la Palabra de Dios que decimos que guía nuestras vidas.
Estoy seguro que siempre habrá cosas difíciles que nos pida el Señor vivir, habrá situaciones que, realmente, no puedo cambiar; pero no por eso tengo que estar atento y vigilante para no caer en la tentación de vivir como lo hace el mundo sin fe, o, más aún, el mundo en contra de la Palabra de Dios.
"Todos sois hijos de la luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas", dice Dios por medio de san Pablo. Pero aparentemente no son esas las palabras que queremos oír, porque esas palabras nos cuestionan muchos aspectos de nuestras vidas, porque seguimos viviendo al margen de la Palabra de Dios, y así nos convertimos en cristianos mediocres o damos anti testimonio de cristiano, porque ¿Cristo aceptaría que esté viviendo de este modo o de esta manera o que acepte estas cosas en mi vida? ¿Cuál es el camino de la Luz? ¿Cómo viviría Jesús en este siglo y en este mundo de hoy?
Sí, nos convertimos, muchas veces, en guías ciegos porque no somos capaces de abrir nuestros ojos a la Luz del Evangelio, de la Palabra de Dios, porque ya no nos interesa conocer la Voluntad pues la Voluntad de Dios nos llama a un cambio de actitud frente al pecado del mundo, nos llama a un cambio de estilo de vida porque no vivo de acuerdo al Evangelio que digo creer.
Y Dios nos sigue dando esperanzas de conversión, esperanzas de vida, porque no quiere nuestro castigo ni que nos perdamos, sino que quiere nuestra vida y nuestros frutos de Vida Verdadera:
"Porque Dios no nos ha destinado al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros para que, despiertos o dormidos, vivamos con él.
Por eso, animaos mutuamente y edificaos unos a otros, como ya lo hacéis".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.