Del antiguo opúsculo denominado Doctrina de los doce Apóstoles
Respecto a la acción de gracias, lo haréis de esta manera: Primeramente
sobre el cáliz:
«Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo,
la que nos diste a conocer por medio de tu siervo Jesús. A ti se gloria
por los siglos.»
Luego sobre el fragmento de pan:
«Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento que nos
manifestaste por medio de tu siervo Jesús. A ti sea la gloria por los siglos.
Como este fragmento estaba disperso por los montes y después, al ser reunido, se
hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino.
Porque tuya es la gloria y el poder por Jesucristo eternamente.»
Pero que de vuestra acción de gracias coman y beban sólo los bautizados en el
nombre del Señor, pues acerca de ello dijo el Señor: No deis lo santo a los
perros.
Después de saciaros, daréis gracias de esta manera:
«Te damos gracias, Padre santo, por tu santo nombre que hiciste morar en
nuestros corazones, y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad que nos
diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti sea la gloria por los
siglos. Tú, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por causa de tu nombre y
diste a los hombres comida y bebida para que disfrutaran de ellas. Pero, además,
nos has proporcionado una comida y bebida espiritual y una vida eterna por medio
de tu Siervo. Ante todo, te damos gracias porque eres poderoso. A ti sea la
gloria por los siglos.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en
tu amor, y congrégala de los cuatro vientos, ya santificada, en el reino que has
preparado para ella. Porque tuyo es el poder y la gloria por siempre.
Que venga tu gracia y que pase este mundo. ¡Hosanna al Dios de David! El que sea
santo, que se acerque. El que no lo sea, que se arrepienta. Marana tha. Amén.»
Reunidos cada domingo, partid el pan y dad gracias, después de haber confesado
vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro.
Pero todo aquel que tenga alguna contienda con su compañero, no se reúna con
vosotros, sin antes haber hecho la reconciliación, a fin de que no se profane
vuestro sacrificio. Porque éste es el sacrificio del que dijo el Señor: En todo
lugar y en todo tiempo se me ofrece un sacrificio puro, porque yo soy rey
grande, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones.
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