domingo, 26 de agosto de 2018

Esto os escandaliza?

"En aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen».
El evangelio de hoy es una continuación del evangelio del Pan de Vida, y por eso muchos discípulos de Jesús decías que "su hablar es duro", porque no podían entender lo que Él les decía, no podían aceptar o comprender de lo que les hablaba.
Es cierto que, muchas veces, no entendemos a Dios, no comprendemos cuál es Su Voluntad y, otras tantas, no aceptamos lo que Él nos pide o nos quiere decir o nos permite vivir. Son estos algunos de los motivos por los que renegamos o renunciamos al Señor, y nos vamos detrás de otros dioses.
Al saber Jesús que hablaban así o que tenían ese pensar sobre lo que Él les estaba hablando es que surge esta esta pregunta afirmación: "esto os escandaliza?". Lo que no entendemos o no comprendemos es el argumento para poder no querer ni entender ni comprender, porque así podemos excusarnos de hacer o de cumplir con algún mandamiento o con la misma Voluntad de Dios.
Pero ante el escándalo de no entender o no comprender, existe la alternativa de preguntar y esperar la respuesta para poder ver con claridad. Por eso se hace visible aquello de que "no hay sordo que el que no quiere oír", para poder decir que cuando no queremos obedecer decimos que no podemos comprender.
Es que Dios nos habla con lenguaje humano de realidades sobrenaturales o místicas, y así el lenguaje humano no puede alcanzar a describir los misterios de la fe. Los discípulos de Jesús no podían, en ese momento, contemporáneos a Él, aceptar que tenían que comer su carne y beber su sangre, para tener vida eterna. Si, a veces, te encuentras con cristianos que aún no lo entienden ¡cómo lo iban a entender ellos!
Pero, vuelvo a lo mismo, no entender o no comprender no me tiene que escandalizar si realmente conozco a quien me está dirigiendo la palabra. Por eso es que hace falta, como le respondía Pedro a Jesús: conocerlo a Él:
"Señor, a ¿quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios".
Es una respuesta de Fe, es el Don de la Fe que se hace palabra y expresa lo que el corazón siente, pero no lo que la mente conoce, sino una experiencia sobrenatural de lo humano. Es por eso que siempre tenemos que pediir el Espíritu Santo antes de decirle No al Señor.

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