miércoles, 14 de febrero de 2018

Camino hacia el Amor

"Ahora – oráculo del Señor - convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto; rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos; y convertíos al Señor vuestro Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor que se arrepiente del castigo".
El miércoles de Cenizas inicia el Tiempo de Cuaresma, eso lo sabemos, algunos mayores, quizás, lo tenemos muy en la memoria, pero no en el corazón de los cristianos. Sí, en la memoria pero no en el corazón, pues en estos días el corazóna de muchos cristianos no está puesto en lo que realmente significa este día, ni lo que es este Tiempo que comenzamos.
Hoy, casí en todos los lugares, continúan las fiestas de carnaval, se mezclará con el "día de los enamorados", y, aunque vayamos a las celebraciones de las cenizas, el ayuno y la abstinencia en nuestras vidas será como una flor de un día, pasajera y que no dejará recuerdos de lo que representa su hermosura.
Porque cada celebración o cada tiempo en nuestra liturgia tiene una hermosura particular que nos quiere llevar a algo mucho más Bello que lo que representa. Y ¿qué es lo Bello que nos recuerda el miércoles de Cenizas? La Belleza del Amor de Dios que "envió su Hijo al mundo para salvarnos", y por eso nos pide que abramos nuestro corazón a la penitencia y a la oración para que encontremos el Camino que nos lleve a vivir en plenitud esa relación de Amor que Él quiere con nosotros.
Cuando Dios nos pide "convertíos a mí de todo corazón" es porque ve que nuestro corazón no está lleno de Su Amor, una Amor que no es egoísta, sino que es un Amor de entrega, un Amor que sólo busca nuestro bien y que en todo momento estará a nuestro lado para tendernos una Mano en la vivencia más plena y pura de la Vida que Él mismo nos dio en su Hijo Amado.
Y ¿convertirnos de qué? Es por eso que necesitamos el silencio que nos trae el Tiempo de Cuaresma, un silencio que desde el exterior nos lleva al interior de nuestro corazón para que nuestra mente iluminada por la Luz del Espíritu Santo pueda reconocer los desvíos del Amor. Porque en el día a día nos vamos alejando del Amor de Dios y vamos permitiendo que otros amores entren a jugar en nuestras vidas, otros amores que son más egoístas y mundanos que nos llevan a desaveniencias, discusiones, disputas, a encerrarnos en las tinieblas de la desesperación y las tristezas, a las oscuridades de una vida sin amor en donde se van acumulando los rencores de dolores pasados...
¡Hay tantas cosas que se van amontonando en nuestros corazones! que sólo con la Luz del Espíritu podemos verlas y darnos cuenta cómo nos han quitado la alegría de la esperanza, la fortaleza de la fe y el gozo del verdadero Amor.
Sí, el miércoles de Cenizas iniciamos un Camino Cauresmal que nos lleva no sólo a descubrir nuestras flaquezas, pecados y oscuridades, sino que quiere regalarnos lo más hermoso que el Señor ha pensado para nosotros: una Vida Nueva en el Amor que nació gracias a una vida entregada en el Amor y la Obediencia a la Voluntad de Dios, para que muriendo en la Cruz nos diera una Vida Nueva de hijos de Dios.

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