"Queridos hermanos:
Ya sabéis que fuisteis liberados de vuestra conducta inútil, heredada de vuestros padres, pero no con algo corruptible, con oro o plata, sino con una sangre preciosa, como la de un cordero sin defecto y sin mancha, Cristo..."
Conviene, de vez en cuando, recordar cosillas que se nos van olvidando, no por no querer recordarlas, ni tampoco para cargar nuestra conciencia, sino para aprender a valorar lo que tenemos.
Lo mismo nos pasa con lo que nuestros padres hacen por nosotros, no nos dicen todo lo que han vivido o sufrido o trabajado, porque lo han hecho por amor, pero es bueno tenerlo en cuenta para poder ser agradecidos y valorar lo que hemos conseguido gracias al esfuerzo y la entrega de ellos.
Así nos pasa con estas cartas apostólicas donde nos recuerda, en este caso, san Pedro, cómo hemos sido rescatados del pecado y de la muerte, y se nos ha dado una vida nueva en el espíritu y la Gracia.
Si nos damos cuenta y lo tenemos más en mente el precio que se ha pagado por nuestro rescate, entonces, entenderemos mejor el por qué se nos exige o se nos pide vivir el misma Camino para seguir teniendo Vida. La Vida que se nos ha dado no es una vida mundana, como la vive el mundo, sino que es una vida divina, una vida que está, constantemente, alimentada y estimulada por el Espíritu Santo que inhabita en nosotros y nos hace llamar a Dios ¡Abba!
Cuando dejamos de recordar lo que hemos ganado gracias al Amor del Padre y la entrega del Hijo, perdemos esperanza y constancia en renovar, cada día, ese mismo amor y esa misma vida. Cuando nos alejamos de la Vid Verdadera, nuestra vida vuelve al mundo y se alimenta sólo del espíritu del mundo dejando, de lado, muchas veces, la Voluntad del Padre.
Así, no sucede, también con nuestros padres, cuando nos olvidamos de lo que ellos hicieron por nosotros, nos tornamos soberbios y orgullosos, pues parece que todo lo tenían que hacer por obligación, y, por eso no nos sentimos agradecidos y, menos aún, valoramos lo que nos han entregado con sus vidas, dejando de lado sus enseñanzas, sus consejos, sus advertencias, y nos dedicamos (como ya nos creemos mayores) a hacer lo que nos plazca sin mirar y tener en cuenta de dónde venimos y quiénes lo hicieron capaz.
miércoles, 29 de mayo de 2024
Ser agradecidos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.