Le dice san Pablo a los cristianos de Roma:
"Así, pues, hermanos, somos deudores, pero no de la carne para vivir según la carne. Pues si vivís según la carne, moriréis; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis".
Tenemos que tener en cuenta que las cartas que escriben los apóstoles no son para cualquiera, sino para los cristianos que comienzan un camino de vida nuevo. Son personas que han descubierto un nuevo modo de vida y se han lanzado a la aventura de vivir de un modo diferente. Pero, muchas veces, cuando comenzamos un camino nuevo, nunca sabemos cómo recorrerlo y por eso necesitamos que nos ayuden a descubrir y a conocer el modo de caminar, de vivir. Así, las exigencias que nos presentan las cartas de los apóstoles y el evangelio, no son meras exigencias sino que son las indicaciones para alcanzar aquello que hemos visto como bueno para nuestras vidas, en este caso, como los romanos, nosotros hemos descubierto y hemos aceptardo vivir el cristianismo como Camino para alcanzar la Vida Nueva en Cristo, guiados por el Espiritu de Dios, y así llegar a la Vida Eterna.
Teniendo esto en cuenta podemos ver que san Pablo le hablara a los cristianos de Roma, y a nosotros, de decidirnos por lo que hemos optado: vivir según el Espíritu de Cristo y no según el espíritu de la carne, del mundo. Para ser cristianos tenemos que optar, cada día, por el Espíritu de Cristo: "no he hago otra cosa que lo que he visto hacer a mi Padre", "mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre"; y "así viviréis".
Es una decisión madura que tenemos que tomar, una opción fudamental para mi vida, que se va confirmando, cada día, con opciones particulares en coherencia con lo que he decidido vivir. Así, la decisión de ser cristiano es una decisión adulta, madura, pero el Camino a recorrer lo hacemos desde un espíritu de niños:
"Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien".
¿Por qué desde un espíritu de niños? Por que así podemos dejarnos conducir por las Manos del Padre, podemos creer que nuestro Padre conoce el Camino por el cual nos quiere llevar a la Vida, porque si somos niños nos dejaremos asombrar por todo lo que Él hace por nosotros, podremos disfrutar y gozar de su presencia en nuestras vidas.
En cambio, un espíritu adulto, generalmente, desconfía de los demás, porque sólo confía en sus decisiones, en su forma de pensar, porque ya ha programado su vida, tiene proyectado todo lo que hace, y no deja que otro le vaya indicando o aconsejando para caminar.
Y, si en algún momento, el caminar se nos hace pesado o agobiante, sabremos dónde ir, a quien recurrir, porque sabemos en Quién hemos puesto nuestra confianza:
"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.