Le contestó Jesús a los fariseos:
"Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo".
Una sola frase que me ha hecho pensar muchas cosas, sobre todo porque, también nosotros, valoramos más el templo que al Señor que está en el Templo, pues si no estuviera el Señor en el Sagrario, si no supiésemos que Dios se ha quedado entre nosotros ¿tendríamos Templos? Es más ¿seríamos iglesia si Jesús no ha hubiese fundado? Pues no. Somos Iglesia Católica porque Jesús la fundó sobre Pedro y los Apóstoles, y por eso, para nosotros, no es más importante el Templo que el Señor que está en el Templo.
Pero, lamentablemente, esa realidad no la tenemos muy metida en nuestro corazón, y es así como el Sagrario no es el lugar más visitado en nuestras iglesias, pues nuestros corazones van más dirigidos a las imágenes de Jesús, de la Virge o de los Santos, y quizás, en el mejor de los casos, dejamos la visita al Sagrario para el último momento.
Es decir le damos más importancia a lo accesorio que a lo esencial.
Claro que no quiero decir que la oración a María y a los Santos no nos ayude a ser fieles a Dios, espero que nuestra oración sea para eso. Pero, eso es lo que nos lleva a no ser plenos en nuestra vida de fe, porque la Gracia viene por medio de Jesús, Él es Dios.
Hace mucho tiempo hablando con alguien sobre el tema de las imágenes en Semana Santa, les decía que lo importante es la imagen de Jesús, que las demás forman parte pero no son lo central, lo mismo que la Virgen. Alguien me dijo: sí, pero María es la Madre que lo parió. Y, sí, respondí, es la que lo parió pero quien murió en la Cruz y resucitó fue Jesús y no María: El es el Señor.
Por eso, en nuestro vivir, muchas veces nos detenemos en lo accesorio y no en lo esencial, como el mismo Jesús dice: "buscad primero el Reino de Dios y su Justicia, lo demás se os dará por añadidura", y, ¿donde busco el Reino de Dios? Escuchando al Señor, en la escucha de la Palabra y en la reflexión de la Palabra es donde me encuentro con el Señor. En el diálogo con el Padre puedo descubrir Su Voluntad, porque sino me quedo en cosas anecdóticas y no voy a lo central que es la Fidelidad a la Voluntad de Dios.
"Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificio”, no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado".
Los fariseos se quedaban con lo que Jesús hacía, pero no veían más allá de lo que Él les estaba diciendo y demostrando con su vida, y por eso no comprendieron el mensaje de Salvación que Él les traía. Por eso, no dejemos que lo accesorio nos impida descubrir lo esencial de nuestra fe.
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