miércoles, 20 de mayo de 2020

Desde la oscuridad

"Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir".
Jesús se iba y se fue adelantando al pensar del hombre, porque siempre queremos saber algo más, siempre nos es difícil aceptar la oscuridad de la fe, pues no queremos andar a tientas el Camino que Él nos propone, pero así es la vida de la Fe: un andar en la oscuridad, pero con la seguridad de que es el Espíritu el que nos guía: "aunque pase por cañadas oscuras nada temo...".
¿Por qué no podemos saber todo lo que queremos y deseamos? "Muchas cosas me quedan por dediros, pero no podéis cargar con ellas por ahora", esa es la respuesta que, seguramente, en los tiempos que vivimos no nos alcanza para satisfacer nuestro deseo de saber.
Hace unos días miraba una serie en donde la protagonista se encontraba por primera vez con un ordenador, y en el buscador ponía la pregunta: ¿existe Dios? ¿Cómo lo conocemos?, y el buscador le llenó la pantalla de miles de opciones y... ¿cuál es la válida?
Y es lo que se encontró Pablo en Atenas:
"Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos. Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido”.
Y le comenzó a hablar de Jesús. Pero muchos no le creyeron porque le hablaba de la resurrección. Sólo unos pocos creyeron en la Palabra de Dios, aquellos que aceptaron el Don de la Fe, y el no pode entender algunas cosas, porque muchas están en el Misterio de la Fe.
Por eso, en estos tiempos en donde parece ser que todo lo encontramos explicado y si lo necesitamos lo encontramos en Google, hay momentos en nuestras vidas, que, como María, tenemos que obrar igual: "ella conservaba estas cosas para meditarla en su corazón". Y así será con muchos momentos y situaciones de nuestra vida, porque si no llegamos a la desesperanza o a la ansiedad de no poder dar explicaicón a todo, por lo cual terminamos perdiendo la Fe.
Y será el Espíritu Santo quien nos ayudará a aceptar y comprender, desde la contemplación y la meditación, aquellas cosas que quedan ocultas a nuestro saber humano:
"cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir".

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