martes, 24 de septiembre de 2024

Los consejos de Dios

"El hombre juzga recto su camino, pero el Señor pesa los corazones.
Practicar el derecho y la justicia el Señor lo prefiere a los sacrificios.
Ojos altivos, corazón ambicioso; faro de los malvados es el pecado".
Estos y tantos otros consejos se hallan en todos los libros de la Biblia y, son eso: consejos de parte de Dios para el buena actuar de sus hijos. Pero, muchas veces, los tomamos como bellas palabras y nos entran por un oido y nos salen por el otro, sin ponernos a pensar cuánto es para mí y cuánto. Porque, lo pensemos o no, siempre habrá algo que me diga algo sobre mi conducta y mi manera de actuar frente a Dios y con mis hermanos.
A todo esto Jesús le da una vuelta más y, podríamos decir, que nos lo pone un poco más difícil pues nos compara a su verdadera familia, o nos deja fuera de ella.
«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».
Él respondió diciéndoles: «Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
No es sólo escuchar la Palabra de Dios sino que lo que importa es llevarla a nuestra vida, hacer que la Palabra modifique nuestra vida y nos haga verdadera familia de Cristo, es decir, no transforme en cristianos porque vivimos como Cristo vivió.
Para muchos los consejos evangélicos, lo que Jesús ha predicado y nos ha pedido que vivamos, es sólo palabrería que servía para un momento histórico, pero que no son consejos que nos sean útiles hoy. Claro que eso es un engaño para no vivir lo que Dios nos pide, sino para llevar un nombre, un título, pero hacer lo que me conviene o lo que me gusta o lo que quiero, pero que, la mayoría de las veces, está muy lejos de la Voluntad de Dios.
Y es ahí donde los cristianos estamos fallando desde hace mucho tiempo, que no le damos lugar a la Voluntad de Dios en nuestras vidas, a pesar de que todos los días, o casi todos, decimos: "hágase Tu Voluntad en la tierra como en el cielo", y ¿quién es el que debe hacer esa Voluntad de Dios? No, no es el vecino en el que tengo que poner el ojo crítico y juzgarlo a ver si vive o no vive, sino que tengo que mirarme yo mismo pues soy yo quien lo reza y lo dice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.