lunes, 17 de junio de 2019

No hay mucho que agregar

Tanto Jesús, en el evangelio, como san Pablo, en su carta, nos muestran el estilo de vida que tenemos que llevar los que hemos elegido el Camino de Cristo, es decir, los que hemos decidido ser cristianos:
«Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente".
Pero os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra;
al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto;
a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos;
a quien te pide, dale,
y al que te pide prestado, no lo rehuyas».

"Nunca damos a nadie motivo de escándalo, para no poner en ridículo nuestro ministerio; antes bien, nos acreditamos en todo como ministros de Dios
con mucha paciencia en tribulaciones, infortunios, apuros; en golpes, cárceles, motines, fatigas, noches sin dormir y días sin comer; procedemos con limpieza, ciencia, paciencia y amabilidad;
con el Espíritu Santo y con amor sincero; con palabras verdaderas y la fuerza de Dios;
con las armas de la justicia, a derecha e izquierda;
a través de honra y afrenta, de mala y buena fama;
como impostores que dicen la verdad,
desconocidos, siendo conocidos de sobra,
moribundos que vivimos,
sentenciados nunca ajusticiados;
como afligidos pero siempre alegres,
como pobres, pero que enriquecen a muchos,
como necesitados, pero poseyéndolo todo".

"Llevamos un tesoro en vasijas de barro" y es ese tesoro, justamente, el que nos da fuerzas, nos sostiene, nos mantiene alertas ante las amenazas del maligno, ante las tentaciones y, sobre todo, nos comunica lo que tenemos que vivir y hacer. Es el Espíritu Santo quien nos muestra el Camino, y nos ayuda a recorrer el Camino, solamente requiere de nosotros la disposición para viviir como el Señor nos ha enseñado, lo demás vendrá por añadidura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.