sábado, 20 de abril de 2024

Escandalizados o no?

"En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, hay algunos de vosotros que no creen».
No sólo en aquél tiempo, sino también en este tiempo, para muchos las palabras del Evangelio de Jesús son muy duras y, muchos, no las comprenden y otras, quizás más, las rechazan. Y no es porque se escandalizan de las Palabras de Jesús o del Evangelio, sino que les parecen fuera de tiempo, muy antiguas y no adaptadas a la realidad del mundo en que vivimos.
Ser Fieles al Evangelio de la Vida que nos trajo Jesús pareciera que es sólo para la gente que vivió en aquél tiempo, y que, para nosotros, hay que hacer otro Evangelio (que muchos lo hacen y lo predican), pero se olvidan que, como dice el mismo Jesús, sus Palabras son espíritu y vida.
La Vida que muchos buscan en Cristo es la Vida que se alcanza viviendo sus enseñanza y viviendo los mandamientos, pero, cuando se ponen a analizar los mandamientos y las exigencias del Evangelio, entonces, prefieren el evangelio del mundo que tiene puertas anchas y caminos fáciles, pero que no se dan cuenta que no conducen al mismo lugar.
"Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él".
Y así pasa con muchos, se alejan de Él porque no son valientes para dejar el mundo y seguir el Camino de Jesús, el Camino de la santidad. Y, al cerrar el corazón, no reciben la Gracia de la Fe, la Gracia del Espíritu que les puede hacer comprender no sólo el Camino, sino el final del Camino y gustar la hermosura de este caminar con Jesús.
Porque la Fe no se consigue haciendo fuerza, ni tan siquiera suplicando y ofreciendo sacrificios por los que no creen, sino hay que pedir que pueden tener el valor de abrir el corazón al Don de la FE, pues si no abren su corazón la Gracia no llega al corazón, pues, cada uno, tenemos la llave de nuestro corazón y de nuestra alma del lado de adentro y si no lo abrimos nosotros nadie lo puede abrir, pues es la llave de libertad, uno de los Dones que el Padre nos ha regalado y que debemos aprender a usar.

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