"Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?»
Él les dijo: «Venid y lo veréis».
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima".
Estos pocos renglones nos intentan enseñar cómo debemos evangelizar, cómo debemos predicar y, sobre todo, cómo debemos mostrar al mundo el rostro de Dios, el Camino de la Salvación: "venid y veréis".
No son nuestras palabras las que van a llegar al corazón de la gente, sino que será nuestra vida la que produzca el convencimiento de que lo que estamos viviendo o de lo que estamos queriendo mostrar es el verdadero camino de la salvación.
Si alguien nos preguntara: ¿qué es ser cristiano? Le podríamos decir como Jesús: ven y verás, es decir, ven, vive conmigo unos días y verás cómo vive un cristiano y qué es ser cristiano lo verás con mi vida, de la manera en que me muevo por el mundo, en como trato a las personas, en cómo rezo, en cómo vivo todos los días...
Por esa razón los antioquenos comenzaron a llamar a los discípulos de Jesús cristianos, porque veían que lo que predicaban acerca de Cristo, ellos lo vivían, o, mejor dicho, en los actos de todos los días podían imaginarse cómo era Cristo porque veían a los discípulos vivir como Jesús.
Y así tendríamos que ser nosotros. Y como dice Jesús: el quiera entender que entienda, o el que quiera oír que oiga.
jueves, 4 de enero de 2024
Venid y veréis
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