"Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo:
«Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos. Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido".
Quizás, si hoy, San Pablo se pasease por nuestras iglesias ¿pensaría lo mismo? ¿Qué pensaría? ¿Pensaría que veneramos a un Dios desconocido? A veces, me da la sensación que, realmente no conocemos a Dios, porque no adoramos a Dios, sino que veneramos a muchos intermediarios, y a Dios lo dejamos de lado en nuestras vidas.
Aunque, si lo pienso un poco mejor, quizás lo conozcamos tanto que no queremos acercarnos a Él. ¿Por qué? Porque nos podría pedir cosas que no queremos hacer o vivir, y, entonces, mejor nos vamos con los otros que no nos piden tanto, y, si os piden, a veces, nos hacemos los sordos y seguimos nuestra marcha.
"Al oír «resurrección de entre los muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron:
«De esto te oiremos hablar en otra ocasión».
Así salió Pablo de en medio de ellos".
Muchos se espantan cuando oímos de parte de Dios no resurrección de los muertos, sino las exigencias que nos presenta Jesús en el Evangelio, y, como decimos: esas son cosas de curas, no les damos importancia, y, así es más fácil no obedecer, porque no podemos obedecer a los hombres. Y, poco a poco, nos vamos creando un dios a nuestra imagen y que complazca nuestros deseos. Deseos que no satisfacen nuestro ser, sino que sólo satisfacen nuestros instintos momentáneamente.
Por eso, en este tiempo, antes de finalizar el tiempo pascual, Jesús nos invita a escuchar al Espíritu Santo, para que nos vaya enseñando todo aquello que no comprendemos o que no entendemos, y que nos fortalezca para saber elegir el camino a seguir. Pero, sobre todo, para que nos enseñe o nos ayude a conocer, verdaderamente, a Dios Padre, a Su Hijo y a él mismo, al Espíritu Santo.
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».
Porque, en verdad, necesitamos estar más disponibles al Espíritu para poder vivir mejor nuestro ser cristianos, para no dejarnos influir por el espíritu del mundo que nos aleja del Verdadero Dios y de la Verdadera Vida que Jesús no dio con su muerte y resurrección, pues sin el Espíritu que nos anime por el Camino, por la Verdad hacia la Vida, no somos verdaderos testigos de Cristo ante el mundo, sino que somos una falsa apariencia de la Luz de Cristo para el mundo, y, en lugar de mostrar el Camino, recorremos otros caminos que no llevan a la Vida.
miércoles, 17 de mayo de 2023
Un Dios desconocido
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.