"Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado".
Jesús, antes de ascender a los Cielos, quiso dejar a sus apóstoles y discípulos una misión: hacer discípulos de Él en todos los pueblos, bautizarlos y enseñarles a guardar lo que Él nos dijo. Sí, lo he repetido para que lo recordemos bien. ¿Por qué? Porque una parte estamos haciendo bien, después de 21 siglos, que es bautizar, pero, lo que no estamos haciendo tan bien es enseñar lo que Él nos dijo.
Los padres y los padrinos en el bautismo se comprometen a educar en la fe y a ayudar a guardar los mandamientos, amando al Señor y a su prójimo como Él nos enseñó en su Evangelio. Y ¿cuántos son los que hacen realidad ese compromiso? Incluso nosotros, la comunidad cristiana, ¿ayudamos a esos padres y padrinos a cumplir su compromiso?
Porque todos, todos los que formamos la comunidad cristiana somos los responsables de educar a los más pequeños, somos a quienes ellos miran y mirándonos aprender. ¿Qué aprenden cuándo nos miran? ¿Qué ven de esta comunidad cristiana de la que formo parte? Porque no puedo quitarme el lazo con el que el Señor me ha unido a sí mismo, un lazo que yo he dejado que me atrape, y al que le he dicho ¡Sí! quiero seguirte y ser tu discípulo.
Pues, entonces, también es nuestra responsabilidad ser testigos claros y veraces del Evangelio que intentamos vivir. A veces, nos olvidamos de que vivir el Evangelio no es sólo para los curas, los religiosos y los agentes de pastoral, sino que es una responsabilidad para todos. Porque el Señor nos dijo: “en la medida en que se amen unos a otros el mundo creerá que son mis discípulos”, y ese será, como dijo San Francisco, “quizás el único evangelio que algunos puedan leer”. ¿Cuál? Nuestra vida de cristianos: como hablo, como rezo, como vivo, como comparto, si soy alegre, si acepto la Voluntad de Dios, si asumo mi responsabilidad en la parroquia, en la comunidad, en la familia, o si simplemente digo que soy algo que no soy…
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