"Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados, y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo contrario, creísteis en vano".
Pablo tiene necesidad de recordarle a los corintios el Evangelio, siendo que son una comunidad nueva y recién han comenzado a vivir la Buena Noticia. Y, a nosotros no estaría mal que nos lo recordara una vez más, porque si a aquellos que todavía tenían el vivo recuerdo del primer anuncio, ¡cuánto más a nosotros que se nos ha mezclado con mil anuncios más!
"Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí".
El Evangelio tiene como base el anuncio de la salvación, gracias a la muerte y resurrección de Jesucristo, pero esa es la base fundamental, porque después de creer eso para nuestra salvación tenemos que comenzar a vivir de acuerdo a Sus Palabras. Y ahí está cuando no nos acordamos mucho de Sus Palabras y vamos incorporando a Su Vocabulario palabras mundanas, o mejor dicho, vamos incorporando mandamientos mundanos a las exigencias del Evangelio de Jesucristo.
No nos basta recordar sólo la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, sino dejar que Su Palabra penetre en nuestro corazón para que podamos vivir como el Padre nos mostró por medio del Hijo, y que el Hijo hizo explícito en nuestras palabras y con su vida.
Porque así como Jesús le dijo a Felipe:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras, Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras".
También nos dice a nosotros, y nosotros tenemos que pensar que también lo podríamos decir a los demás: quien me ve a mí ve a Jesús, si no creéis en mis palabras, creed en mis obras, porque mis obras hablan de Jesús.
miércoles, 3 de mayo de 2023
Creed en mis obras
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.