viernes, 13 de enero de 2017

Encuentros que marcan la vida

Hoy tenía ganas de volver a colgar esta foto porque el 13/1/2000 tuve este regalo de Dios, estar en Misa y saludar a San Juan Pablo II. Y tenía ganas porque en estos días hablando con una amiga pensaba en todo lo que Dios me había regalado en estos años de sacerdocio, desde mi ingreso al Seminario (1986) hasta hoy. Han habido muchos regalos que en cada momento de la vida han permitido seguir buscando y gustando de su Amor.
El encontrarme con tan grandes personas no sólo confirman los dones de fe recibidos, sino que hacen que se pueda confirmar el hecho de que ellos, como nosotros, también hemos recibido la misma noticia y los mismos dones, como dice el escritor de Hebreos:
"También nosotros hemos recibido la buena noticia, igual que ellos; pero el mensaje que oyeron no les sirvió de nada a quienes no se adhirieron por la fe a los que lo habían escuchado".
Ellos, los testigos de la fe que se han cruzado, por la Gracia de Dios, en nuestras vidas nos ayudan a seguir insistiendo en el Camino de Fidelidad al mensaje recibido que, aunque muchas veces nos parece difícil de llegar a vivir, sabemos que es posible para los que creen y se ponen en las Manos del Padre.
Y, así ellos que fueron los amigos de Jesús en su vida son nuestros amigos que nos llevan hasta Él, que quieren que nos acerquemos y que confiemos, que estemos con Él y que vivamos junto a Él, lo que ellos mismos vivieron. Por eso podemos decir que esos Amigos de Jesús son como los amigos del paralítico que, de un modo o de otro, intentan llevarnos como sea a su encuentro:
"Y vinieron trayéndole un paralítico entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico..."
Y ahora somos nosotros esos amigos de Jesús que confiando en el llamado del Señor, llevamos a nuestros amigos a su encuentro, porque sabemos que en Él está el perdón de los pecados, la salvación de nuestras almas, y, sobre todo, en Él encontramos el Camino que nos lleva a la plenitud de nuestras vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.