viernes, 12 de julio de 2024

Quién podrá entender?

"Esto dice el Señor:
«Vuelve, Israel, el Señor tu Dios, porque tropezaste por tu falta.
Tomad vuestras promesas con vosotros y volved al Señor".
A veces no nos damos cuenta que nos hemos salido del cauce, que nos hemos alejado de la Voluntad de Dios. Otras veces sabemos conscientemente que nos hemos alejado, pero, quizás, no nos importe estar alejados. Pero sí nos damos cuenta que no tenemos las mismas Gracias que teníamos cuando estábamos en el Camino, en el seguir a Cristo, en una relación constante por medio de la oración, la Palabra y los sacramentos.
Y nos cuesta darnos cuenta, y nos cuesta reconocer que nos hemos desviado del camino, y nos cuesta pedir perdón y nos cuesta volver... pero sabemos que el mejor momento fue cuando estábamos cerca, cuando, a pesar de que nos costaba vivir en Dios, nos sentíamos felices, en paz, en armonía con nosotros mismos. Y... poco a poco nos fue tragando el mundo y nos olvidamos de cómo vivíamos, de lo que hacíamos. Poco a poco nos fuimos haciendo adultos y creímos que podíamos con todo, que todo aquello que vivíamos de niños, de adolescentes o jóvenes ya no era necesario porque ahora somos dueños de nuestras vidas.
¡Cuantas cosas dejamos de lado por creernos mayores y autosuficientes! Y no nos damos cuenta que lo mejor pasó cuando estábamos integrados en la vida de Dios e intentábamos vivir con fe, con Cristo.
Por eso, porque nos hicimos mayores creímos que no éramos ovejas, y, el mundo, nos convirtió en lobos. Porque debíamos ser fuertes para comenzar a acumular tesoros en la tierra, y descubrimos que teníamos planes y proyectos que sólo nosotros podíamos hacer, porque: querer es poder. Y, así fuimos perdiendo nuestra honestidad, nuestra verdad, nuestra humildad, nuestra sencillez y tantas cosas hermosas que habíamos conseguido gracias al Espíritu que nos ayudaba a crecer en Dios.
Y hoy finaliza el párrafo de Oseas con estas palabras:
"¿Quién será sabio para comprender estas cosas, inteligente, para conocerlas?
Porque los caminos del Señor son rectos: los justos los transitan, pero los traidores tropiezan en ellos".
Quiera Dios que nos demos cuenta de cuánto perdemos por alejarnos de Él, de cuánto ganamos se volvemos a dejarnos conducir por Sus Manos, pues sólo de Su Mano alcanzaremos la plenitud de nuestra vida, y volveremos a vivir muchas de las cosas que hemos perdido o dejado de lado en este caminar en el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.