sábado, 15 de julio de 2023

No soy Dios

 

La historia de José nos sigue dando pistas a nuestra vida:
"Pero José les respondió:
«No temáis ¿soy yo acaso Dios? Vosotros intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos".
Cuando sus hermanos vinieron a él después de la muerte de su padre, creyeron que José iba a tomar venganza por lo que le habían dicho. Esa respuesta de José nos ayuda a ver hasta qué punto uno puede estar seguro de quién es de cómo ha de vivir, y, sobre todo, descubrir el querer de Dios, incluso, en los acontecimientos más duros de la vida.
"¿Soy yo acaso Dios?", una pregunta que afirma que él no es Dios, que tiene una clara conciencia que hay cosas que no le corresponden a él, que no nos corresponden a nosotros: el juicio y la condena le corresponden al Señor, pues nosotros no tenemos esa capacidad, sino que, como Él, hemos de usar la misericordia y el perdón.
Como siempre, lo que Dios nos muestra o nos pide, seguramente, no serán pasos fáciles en nuestra vida, pero son los mejores que podemos dar, con la ayuda de su Gracia, pues de otra forma nos convertiremos, o intentaremos, convertirnos en Dios y eso no nos conviene, pues no sabremos tomar las medidas, las palabras o las obras más justas y necesaria en los momentos de dolor.
Por eso Jesús nos habla de la confianza en la Providencia Divina, pues si confiamos en el Padre, entonces sabremos dejar lugar a su actuar en nuestras vidas, para encontrar la paz que necesitamos. Si no lo logramos nos pasará como a muchos les pesa que creen que son dios y su soberbia no les permite ver los errores que están cometiendo, pues creen que sólo ellos tienen la razón y la verdad.

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