martes, 4 de julio de 2023

No mires atrás

«Ponte a salvo; por tu vida, no mires atrás ni te detengas en la vega; ponte a salvo en los montes, para no perecer»... "La mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal".
Al leer esto también pensaba en lo que Jesús nos dijo: "quien pone la mano en el arado y mirada hacia atrás no es digno de mí".
¿Por qué no poder mirar hacia atrás, hacia el pasado? Generalmente, cuando tenemos que tomar una decisión, sea grande o sea pequeña, que nos cambie la vida, no dudamos en mirar hacia atrás porque el pasado nos ata a algo o a alguien, aunque hayamos tenido malos momentos, pero también hemos tenido buenos momentos, y la añoranza por tener que dejar algo que conocemos nos produce cierto temor. Por eso, tanto Dios como Jesús, nos piden no mirar hacia atrás cuando nos piden dejar atrás el pasado, para comenzar una vida nueva, para dar un paso hacia algo que, en el pensar del Padre, será mejor para nuestra vida.
A veces, ese tener que tomar una nueva decisión o dar un cambio a nuestra vida implique dar un salto al vacío, sí, porque saltamos hacia algo que sólo Dios ve, pero que nosotros no podemos ver o imaginar, porque no tenemos la mirada de Dios. Pero, al dar el primer paso lo que seguramente vamos a tener es la Gracia de Dios suficiente y necesaria para seguir avanzando.
Clara es que para seguir avanzando con pie firme, hacia el futuro que Dios nos pide vivir, tenemos que seguir contando con su Gracia, por eso no mirar hacia atrás, porque tenemos que seguir mirando hacia adelante pues adelante está el Señor, adelante está la meta que Dios quiere que alcancemos en nuestra vida.
Escuchamos, a veces decir: "el pasado ha sido mejor". Claro que ha sido mejor, porque lo conocemos y, más de una vez, nos sentiremos seguros haciendo lo mismo o estando en el mismo lugar, pues lo conocemos. En cambio, el futuro, la nueva vida que el Señor nos pide vivir, no la conocemos y nos parece que no podremos vivir en ese estado, en ese trabajo, en esa situación. Y no es así.
Mirando hacia el futuro y confiando en la Providencia Divina que sostiene nuestro caminar, nos iremos encontrando, cada día, con nuevos momentos en los que vamos a descubrir, si hemos aprendido a mirar, la mano del Señor, su Gracia, Su Amor, Su Fortaleza y, sobre todo, iremos sintiendo la paz y la serenidad que nos da caminar en Su Presencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.