"No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos".
No podremos decir nunca que Jesús no ha sido claro a la hora de invitarnos a seguirlo, sino que nos ha dicho con toda claridad y contundencia que ser cristiano, seguirlo a Él, no era cualquier cosa, sino que debía ser una actitud clara y radical, no se podía andar a media máquina.
Decir que soy cristiano no es simple, sino que tiene que tener consecuencias en nuestra vida, porque Él para darnos esta vida nueva, ya no de sólo humanos, sino de hijos de Dios, entregó su vida en la Cruz.
Por eso, no es sólo decir "Señor, Señor" sino que hay que vivir lo que se dice, vivir haciendo la Voluntad de mi Señor. Soy cristiano, sí, pero ¿vivo como Cristo haciendo la Voluntad del Padre?
Soy hijo de Dios, pero ¿escucho y obedezco a mi Padre Dios?
Por eso, al final de la revelación, en el Apocalipsis nos lo vuelve a repetir: "que tu sí sea sí, y que tu no sea no", no hay grises en la vida del cristiano, o, mejor dicho, no tendría que haber grises en la vida del cristiano.
"El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande".
Nuestra vida cristiana o está fundada y cimentada en la Roca que es Cristo, es decir lo esencial, lo central y lo que le da sentido es la Vida de Cristo, y la Vida de Cristo es: "no he venido a hacer otra cosa que la Voluntad del que me envió", o no lo está.
Un edificio que está cimentado en la Roca pero que el material con el que se construye es malo, deficiente, también se cae. Y así parece a veces la vida de los cristianos: está cimentado en Cristo, porque Él nos ha dado su Espíritu en el bautismo, pero de ahí en adelante hemos ido utilizando material malo y de diferentes tipos, porque hemos aceptado las ideologías del mundo, filosofías de otras religiones, y tantas otras cosas que cuando llega la hora de dar testimonio verdadero sobre la vida cristiana, no lo doy. Cuando llega la hora de iluminar no ilumino. Cuando llega la hora de aceptar la Cruz la rechazo como lo hace el mundo. Es ahí cuando mi ser cristiano se derrumba, desaparece.
Por eso no sólo debo decir soy cristiano, sino seguir construyendo día a día, sobre la Roca que es Cristo, con material verdaderamente cristiano toda mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.